Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

DISLEXIA AND DISGRAFIA

El pueblo invisible estaba construido con pedacitos de juguetes de las casas con dignidad. La mitad de la casa está hecha con bonitas cajas McDonalds y el resto con papel celofán sacado de la basura y así por el estilo. Aunque hay algunas que están hechas con pedazos de eucalipto seco y demás hierbas.

Bobby estaba conectado a la señal y por esa época no salía del espejo. John salía para el colegio que quedaba entre la frontera de lo invisible y los barrios populares de la ciudad. La avenida para llegar allí tenía forma de “Y”, así se le conocía. John no decía que estudiaba en el colegio tal, sino decía en la “Y”. En la “Y” conoció a Margaret Cooper, una mujer amargada, flaca, sin seguridad personal, sin ningún atractivo para los hombres. Se vengaba de eso con sus alumnos y siempre se aprovechaba de los débiles. John descubrió que esta era una invisible recién visibilizada, le recordaba a su madre y al barrio pobre. Trató con violencia la psiquis; en fin, desde que se vieron no se soportaron. Hablaba inglés, dominaba la estructura gramatical y en sus tiempos libres era correctora de libros académicos.

Todos se preguntaban qué hacía en una escuela tan pequeña para su intelecto. Ahhhhhhhhhhhhhhh, lo mismo de siempre, sólo tenía cartones, no pertenecía a ningún grupo, así que sólo era una X con título honorífico y eso la enfurecía. Sus alumnos tenían psiquis perezosa, escritura deforme, se comían las letras, en especial John que tartamudeaba cuando leía. Su letra era de médico forense, nada se entendía. Ésta arremetía contra él, lo humillaba delante del salón, siempre lo ponía como ejemplo.

A John lo salvó el estar siempre perdido en su mundo y a veces escribía largos e indescifrables pensamientos; cometía el error de dárselos a la bruja que los destruía en seguida.

Ya por ese entonces la psiquis de John era vulnerable; Bobby se tomaba atribuciones y a veces aparecía. En una ocasión tenían que aprenderse el fragmento de un libro, apareció camuflado, vestido de soldado, maquillado, sin zapatos, con una camisa negra, a decir algo que él mismo había escrito. La bruja perdió el control, decía que ya no había tiempo, que el ejercicio se había acabado. Bobby insistía, rogaba por un minuto. Todos en sus puestos se levantaban a decir que lo dejara. Se subió encima de los puestos y arremetió con un borbotón de palabras de diálogos de televisión, saltando por encima de los puestos y todos aplaudieron. Margaret Cooper nunca se lo perdonaría, trató a John como un perro. Ella nunca logró nada, la dejaron sepultada en esa escuela para chicos pobres y burros. Sus aspiraciones se acabaron; John logró irse sin psiquis, nunca aprendió a leer ni a escribir bien. Bobby está al mando y eso es algo importante cuando se es invisible.

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