Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

SE EXIGE LA RENUNCIA DE ALVARO URIBE.

EL PROCESO DE UNIDAD POPULAR DEL SUROCCIDENTE COLOMBIANO SE HACE SENTIR UNA VEZ MÁS EN LA REGION PARA EXIGIR LA RENUNCIA DE ALVARO URIBE VELEZ POR ILEGAL E ILEGITIMO.

 

Desde la vereda el Rosal hasta el peaje de Villarrica, en el departamento del Cauca,  en diferentes puntos sobre la vía Panamericana, en la cabecera del municipio de Totoró y en la Universidad de Nariño de la ciudad de Pasto, comunidades organizadas en el Proceso de Unidad Popular del Sur Occidente Colombiano; dan continuidad a la resistencia popular en contra del actual régimen empotrado mediante el narcotráfico y el terror Paramilitar.

 

En septiembre 16 de 2002, el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente, espacio de coordinación de múltiples organizaciones de diferentes sectores sociales de Valle, Cauca y Nariño, anunciábamos  al mundo a un mes y diez días de posesionado en Colombia el  fascista Álvaro Uribe Vélez, que su régimen era ilegal e ilegítimo, nos movilizamos bajo la consigna: "Por la Vida y contra el Desarraigo", pues conocemos la política estatal de expropiación, desplazamiento y unificación de la propiedad sobre la tierra, que es un eje central de las políticas del capital imperialista, en una etapa del desarrollo del capitalismo que profundiza y expande las relaciones de producción y que entre otros aspectos transita hacia un cambio de sus fuentes y sus formas  de energía y sobre el control que sobre ellas se ejerce.

 

En el año 2002, la represión regular e irregular Estatal fue brutal, dentro de las nuevas tácticas de Terrorismo de Estado a que fuimos sometidos se destacaron: el corte del suministro de agua, quema de alimentos, presencia y accionar combinado de escuadrones de policía anti disturbios, militares (Policía Militar y de contra guerrillas) y paramilitares (que ya habían incursionado en el Cauca inmediatamente después de la movilización de 1999 por solicitud y vínculos directos con los políticos de este Departamento), lanzaron gases lacrimógenos,  iniciaron una guerra psicológica al ametrallar con sus armas de dotación al aire, hacer sobrevuelos permanentes de helicópteros, colocar focos de iluminación y colocar grandes parlantes con música a elevado volumen en altas horas de la noche sobre los sitios de concentración.

 

El 11 de diciembre del año 2003, un alto funcionario del régimen de Uribe Vélez anunciaba en Popayán, ante algunas organizaciones populares que denunciaban los crímenes de Estado de más de 1400 caucanos asesinados en tres años, por las huestes paramilitares del Estado Colombiano, que "la crisis humanitaria en el cauca solamente estaba empezando", según él y sabemos que no es la única razón, "por ser el Cauca punto de contacto entre el Pacífico y el Amazonas".

 

Para octubre de 2005, seguimos caminando los pasos de nuestros ancestros campesinos e indígenas y levantamos las banderas por la liberación de la madre tierra, el Estado por su parte desarrolló y concentró todo su accionar represivo en contra de indígenas y campesinos en la Hacienda El Japio y en los municipios del Norte del Cauca.

 

La represión regular e irregular Estatal continuó y se agudizó; dentro de las nuevas tácticas de Terrorismo de Estado a que fuimos sometidos se destacaron: La presencia y accionar combinado de fuerzas especiales de escuadrones de policía anti disturbios, militares (Policía Militar y de contra guerrillas) y narco paramilitar, quienes además de operar por tierra y golpear a los movilizados con sus armas de dotación recubiertas con alambres de púas, lanzaron por aire (Helicópteros) y tierras gases lacrimógenos cargados con metrallas, y dispararon sus armas de dotación y armas hechizas en contra de los manifestantes.

 

En Mayo de 2006, en los Departamentos de Valle, Cauca y Nariño, más de 120.000 manifestantes salimos por las vías del suroccidente y nos concentramos en algunas capitales departamentales a exigir la renuncia de Uribe Vélez y de sus congresistas paramilitares, denunciamos al mundo la clase de estado Narco-Paramilitar que se erigió en Colombia y su sistema de impunidad. Hoy hasta  las altas cortes de este sistema les resulta imposible ocultar el engendro narco paramilitar que posa por democrático y es avalado por el principal Estado terrorista del planeta, los Estados Unidos de Norteamérica. La respuesta por parte del gobierno fue la misma de años anteriores con la presencia y accionar combinado de fuerzas especiales de escuadrones de policía anti disturbios, militares (Policía Militar y de contra guerrillas) y paramilitar, quienes además de operar por tierra y golpear a los movilizados con garrotes cubiertos con alambre de puas, lanzaron por aire (Helicópteros) y tierras gases lacrimógenos cargados con metrallas, y dispararon sus armas de dotación y armas hechizas (con balines) en contra de los manifestantes.

 

En octubre de 2007 y como una tarea más del continuo trabajo de resistencia de las comunidades  campesinas, indígenas y populares de los departamentos de Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Putumayo, nos volvimos a movilizar para seguir denunciando ante la comunidad internacional el genocidio político que se continúa haciendo en Colombia, atacaron nuestras marchas de protesta y denuncia con los peores artefactos y prácticas convencionales y no convencionales que en su momento denunciamos, ráfagas de fusil contra los manifestantes, granadas de fragmentación, gases lacrimógenos con metralla, acuchillamiento, bombas lacrimógenas de doble detonación y ametrallamiento desde helicópteros.

 

El año 2008 continúa siendo testigo de nuestras luchas y de la ignominiosa e integral forma en que el Estado Colombiano arremete contra diversos sectores populares, campesinos, indígenas, estudiantes, trabajadores, destechados, sindicalistas y demás sectores que se mantienen en movilización denunciando y buscándole salidas a la profunda crisis económica, social y política Colombiana.

 

En el suroccidente de Colombia desde el 7 de Octubre de 2008 en el marco de la Jornada Continental, iniciamos nuestra actividad con ocupaciones a los municipios del norte del Cauca por diferentes y sentidos problemas de las comunidades, marchas en las capitales de los tres departamentos y a partir del mal llamado "día de la raza", nos  fuimos a las vías de transporte coincidiendo con la movilización del CRIC y de la ACIN.

 

Hoy nuestra lucha pretende ser deslegitimada bajo múltiples acusaciones y señalamientos por parte del régimen que se instauró a sangre y fuego a través de la estrategia militar encubierta de las AUC; y que viene legalizando lo ilegal, promoviendo y justificando el accionar irregular por parte de la fuerza pública y militar contra la población, prueba de ello son: un militar activo infiltrado en la concentración de La María, un policía que perdió sus manos al manipular material explosivo que sería dirigido en contra de los manifestantes; la detonación de material explosivo en el vehículo en que se transportaba el ESMAD dejando algunos agentes heridos.

 

En Colombia se libra una guerra mundial, el capital mundial concentra sus intereses en este estratégico territorio y a nombre de los pueblos del mundo el pueblo colombiano lucha contra la opresión. Hoy continuamos nuestra lucha contra el régimen de terror y miseria, levantado las banderas de unidad agraria, indígena, obrera y Popular.

 

QUE RENUNCIE URIBE POR ILEGAL E ILEGITIMO

 

Coordinación Departamental Cauca

 Proceso De Unidad Popular Del Suroccidente Colombiano.


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