Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

POR UN DÍA, KURRÍKULO ALTERNO EN LA UD.

Por: Sergio Vargas, especial EL MAARENAZOO.

 

La Asamblea General que se realizó este jueves 27 de agosto en la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital decidió que hoy viernes 28 sí hubiera clase, pero sin currículo tradicional, sino con una especie de Kurríkulo Alterno (KA), para discutir las problemáticas que atañen al conjunto de la comunidad universitaria.

 

Esta fue una de las decisiones tomadas luego de más de ocho horas de discusión que iniciaron a las 6 a.m., cuando los estudiantes que llegaban normalmente a sus clases a esa hora se sorprendieron por la decisión que desde el día anterior había tomada la decanatura como máximo órgano de control y administración de la sede. Ésta decidió a través de una acción de hecho (el cierre de la sede por casi una hora) “presionar al estudiantado para que se apropiara de su sede y se pudiera propiciar un diálogo” sobre los problemas que atañen a esta casa de estudios. Aunque dijeron también que una de las razones era presionar a un grupo de miembros de la comunidad universitaria que desde la noche del miércoles pernoctaron en un “campamento de estudio”, para que dejasen su iniciativa.

 

Así pues, a pesar de la desinformación, en el primer par de horas de la mañana, la comunidad se organizó rápidamente para proponer soluciones y plantear problemáticas; inicialmente, se instaló una especie de pupitrazo en la entrada de la sede, lo que obligó a que se estableciera la asamblea que daría las pautas para el resto de la jornada, exigiendo la presencia de las directivas principales de la UD. Con la presencia de la decana, Clara Inés Rubiano Solórzano, pasadas las 8 a.m., se efectuaron allí las primeras horas de deliberaciones, a capela, pues la jornada se caracterizó por la falta de instrumentos como sonido o megáfonos, lo que dispersaba en gran medida a la gente.

 

Cerca de las 10 a.m., la Asamblea fue trasladada al Auditorio Mayor de la Macarena, donde se esperaba hubiese sonido, aunque no se pudo garantizar tal cosa. Allí la discusión duró casi cinco horas más en las que se plantearon temas como la presencia y papel de la seguridad privada, las cámaras de vigilancia que no se sabía a dónde enviaban información, el jibarismo, los problemas de delincuencia al interior de la sede, entre otras. A raíz de esta Asamblea, y producto de la necesidad de conocer, estudiar y plantear soluciones con base en argumentos y no tanto en reacciones espontáneas, la comunidad decidió aprobar que por el día de hoy viernes en la mañana sí hubieran clases, pero que en las mismas no se trabajara el mismo planteamiento curricular tradicional, sino que se propiciara una discusión política de fondo sobre los problemas de la universidad, y más específicamente de la sede de la Macarena. Esta decisión fue apoyada por la decanatura y la secretaría académica de la facultad en el sentido de que este ente dirigirá a primera hora una comunicación a los proyectos curriculares con la orden expresa de efectuar estas discusiones en clases.

 

El insumo que arroje esta jornada de KA será la base con la cual una comisión tripartita (integrada por profesores, estudiantes y directivas) convoque para la tarde del viernes a una Asamblea General de socialización y preparación de una rendición de cuentas de la administración a efectuarse el día lunes en horas de la mañana.

 

El Campamento.

A raíz de la protesta del pasado miércoles 19 de agosto, miembros de la comunidad universitaria, decidieron organizar un campamento en la Plaza de La Aburrida, donde depuran, según ellos, un paquete con denuncias, pruebas y cartas que demostrarían vicios institucionales, como corrupción, clientelismo, etc. Es un centro de documentación transitorio, que se terminará el día de hoy, después de que un grupo de la secretaría de gobierno revise dichos papeles.

 

Algunos denuncian que este campamento está permeado por el jibarismo, lo que a su vez es el narcotráfico, deslegitimando su acción y su forma de protesta. Frente a este hecho, participantes de la Asamblea General con el auspicio de las directivas decidieron enfrentarlos para pedirles explicaciones por el campamento y las denuncias que sobre el mismo se estaban haciendo; muchos exigieron el desmonte inmediato de las carpas, frente a lo cual hubo reacciones encontradas que por poco provocan agresiones físicas directas. Al ver inútil la posibilidad de desalojarlos mediante el diálogo, cerca de las 4 p.m. de ayer jueves, la comunidad desistió de su intento y acordó tolerar la presencia del campamento, pero trabajar según lo acordado en asamblea, que no tiene contemplada la visita de la secretaría de gobierno, como sí lo tiene  el otro espacio de discusión tomado en la Aburrida. Es importante aclarar que muchos de los asambleístas no niegan de plano el campamento, es más algunos lo vieron con bueno ojos, pues decían que “gracias a ellos se había propiciado este especio de discusión”, y a su vez los campistas no desacreditan decisiones tomadas por la Asamblea, como el hecho de trabajar con KA el día de hoy. A pesar de que algunos quisieron mostrar las cosas como blancos y negros puros, es importante colegir que las posiciones grises prevalecieron (éstas no significan que sean posturas maniqueas sino otras miradas en medio de la polarización de la protesta y acción estudiantil).

 

Algunos insumos para el debate.

Hay muchas cosas por hablar, que nunca en una jornada se podrán solucionar. Ojala que esta reactivación de un modelo, auque sea por un día, y que se creía olvidado, el del KA, o lo que es lo mismo, de la discusión política coyuntural en los espacios naturales de la Academia, o sea los espacios de clase, sea un ejemplo de organización autónoma. Esperamos que se plantee a largo plazo una política institucional donde un buen porcentaje de la carga académica sea también el de trazar desde la base las políticas institucionales de la universidad, como construcción del plan de desarrollo, reforma de estatutos, presupuesto, etc. Por lo pronto, se espera que la jornada de este viernes sea más de socialización y de planteamiento de problemáticas y soluciones a corto plazo como las siguientes:

a.      La política del error de la administración de Carlos Ossa. Cero y van dos, podrían decir algunos, aunque de verdad son más que un par. Se ha vuelto recurrente para la administración pedir perdón por “errores” que ha cometido, ya lo hizo cuando entregó la base de datos de la comunidad universitaria de 1992 al 2008, a la policía nacional, y más específicamente a la dirección judicial contra el terrorismo y la Dijín; y ahora, cuando instaló cámaras de vigilancia en la sede de la Macarena A, donde dos semanas después de haberse instalado fueron derribadas. Los errores recurrentes no son tal, sino políticas institucionales, y sobre eso es necesario exigir claridades.

b.     Consecuencias de la seguridad democrática en la universidad, en relación con el anterior punto. Varios miembros de la universidad han sido amenazados por grupos paramilitares que han tenido como base precisamente la información que suministró Carlos Ossa el 31 de octubre de 2008; los allanamientos a algunas residencias se han acrecentado, así como distintas denuncias de violación a los derechos humanos se han hecho presentes, denuncias que van desde las detenciones arbitrarias e ilegales y las amenazas de muerte, de una de las cuales fue objeto el director de bienestar institucional Jorge Federico Ramírez y varios estudiantes. En esa misma perspectiva, está el panfleto que en días pasados circuló en la Macarena en donde se amenazan con nombres propios a personas y grupos internos de la universidad. Y esta situación tiende a agudizarse con la re afirmación de Uribe el pasado 25 de agosto, en el sentido de que la universidad no es espacio vedado para las fuerzas armadas estatales.

c.     Delincuencia en la universidad: Se han esbozado, aunque no se ha dicho nada claro sobe los hechos que han acaecido. Hay denuncias de atracos con arma blanco e incluso a mano armada dentro de las instalaciones de la universidad; prostitución y violación. El día de ayer la decana de la Facultad, Clara Inés Rubiano, manifestó que un miembro de la seguridad privada (VISE y STARCOOP C.T.A.) fue destituido por comprobársele que estaba acosando sexualmente a una joven estudiante y que incluso trató de violarla. Esta discusión es delicada, pues así como existen los ladrones, violadores, etc., que pueden venir de afuera, éstos también se encuentran entre nosotros, incluso con el uniforme de la impunidad que puede representar el ser un trabajador de la celaduría privada. Es igual que el estar rodeado de informantes o “tiras” que son a su vez compañeros de clase, trabajadores, profesores, etc.

d.     Jibarismo. Después de que la Macarena estuvo exenta de problemas por la comercialización de drogas por un periodo considerable, esta tendencia tiende a agudizarse, pues jíbaros o comercializadores de droga están ya siendo identificados por la comunidad debido al expendio en que se ha convertido buena parte de la sede. Unos consideran que esto está igual que una “olla”; otros que la libertad de consumo que existe en Colombia propicia la toma de espacios públicos para la realización de prácticas privadas, como drogarse, lo cual es mal visto; y otros tantos, que debe existir un principio de autorregulación sobre el consumo de sustancias alucinógenas al interior de la sede, lo que en opinión de otros contraría la legislación que en la materia existe, pues a pesar de que drogarse no es un delito, hay normas que controlan su uso en espacios públicos.

e.      Seguridad. Analizar el papel que ha cumplido la seguridad privada, que según contrato, es quien maneja directamente las cámaras de vigilancia. En este mismo punto, vale la pena reseñar que el actual coordinador de seguridad de la sede es un miembro retirado de las fuerzas armadas que también trabajó en la Universidad Nacional como coordinador de la misma fabricando pruebas contra estudiantes y grupos políticos, así como centros de interrogatorios al interior del campus. Lo mínimo que debe exigirse es que se le retire y se le prohíba su entrada a esta institución, más teniendo en cuenta que podría iniciársele una investigación en su contra.

f.       Traslado de la sede. Una de las preocupaciones recientes de la comunidad es el anuncio de la división y traslado de la facultad, pues el Consejo Superior Universitario (CSU) decidió habilitar en la tentativa sede de la Aduanilla de Paiba (o Matadero Distrital), carreras de ciencias, y en la tentativa sede del Porvenir en Bosa, carreras de educación. La actual Macarena A quedaría para carreras de la ASAB o sede administrativa, y la Macarena B para laboratorios de la Facultad de Medio Ambiente principalmente. La desconfianza radica en que estas decisiones son inconsultas y que se fragmenta claramente el movimiento estudiantil con la división de carreras; también porque se ha dicho que el traslado es temporal (cosa que se demiente por las decisiones del CSU), pero no hay garantía de que se regrese, aún más cuando actualmente ya hay estudiantes tomando clases en colegios y en otras sedes (como en Postgrados, en la carrera 30 con calle 64, donde se encuentra la licenciatura en matemáticas desde hace dos años).

 

Puede haber muchos puntos de discusión, éstos son sólo algunos; pero los mismos no pueden ser debatidos ampliamente en una sola jornada de KA. Debe haber una política institucional que patrocine los encuentros políticos desde las propias aulas de clase.


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