La caída de alias Sebastián ha sido anunciada por el Presidente Santos como un golpe mortal que se le ha propinado a la estructura denominada “la oficina”. Esto ha dado pie a que muchos analistas hablen incluso de que esta empresa del crimen deja de existir a partir de esta importante captura. Sin embargo, se debe recordar que unos meses antes de su salida como Director de la Policía, el General Oscar Naranjo anuncio que prácticamente la “oficina” había dejado de existir; ya en el año 2005 se anunció con bombos y platillos la desaparición de la “oficina”, porque la misma se había “desmovilizado” en el Bloque Héroes de Granada. Este tipo de anuncios causan una sensación de seguridad en una parte de la sociedad, pero estos anuncios llevan a que se tracen estrategias de seguridad erradas.
¿Qué es la estructura denominada la oficina?
Es una empresa del crimen que se comporta igual que cualquier otra empresa. En ella hay una junta directiva que representa socios, y define quien asume la coordinación general de sus actividades, tanto en lo legal como en lo ilegal. Ayer fue Douglas, Kenner, Frank, Beto, hoy Sebastián. Mañana será otro, porque esto no es asunto de hombres es asunto de negocios, y así haya guerra, bajas, el negocio siempre se moverá como un reloj suizo, con perfección.
¿Qué tan mortal fue dicho golpe?
La verdad es que a la fecha esto no ha ocurrido y, cómo van las cosas, esto no pasara en el mediano plazo. La estructura de la “oficina” sigue vivita y coleando, un nuevo jefe ya ha sido elegido para representar esta empresa criminal ante los miles de hombres en armas que hoy se agrupan en las bandas que están bajo su influencia, control que podría llegar al 60%. Se debe tener en cuenta que del restante 40% una parte pertenece a la estructura de los llamados urabeños, y otra estaría en rebeldía con las decisiones de la “oficina”.
La captura de alias Sebastián es importante pero no definitiva. Mejor dicho, la presunta medalla de oro que gano la Policía Nacional, según Santos, se puede volver de lata, si no se entiende qué es la estructura de la oficina, y se cae en el error de creer acabado lo que sigue dando y convidando en el crimen.