COMUNICADO PUBLICO
LOS INDIGENAS DE CALDAS RECHAZAMOS LA PROPUESTA DE LA ACADEMIA CALDENSE DE HISTORIA DE LEVANTAR UNA ESTATUA AL CONQUISTADOR JORGE ROBLEDO EN LA CIUDAD DE ANSERMA.
El importante periódico del occidente de Caldas, El Ansermeño, publica en su edición de marzo- abril de 2009, Pág. 10, una carta que el señor: JORGE ELIECER ZAPATA BONILLA, presidente de la Academia Caldense de Historia, dirige al secretario de Cultura Departamental de Caldas y al alcalde municipal de Anserma, en la cual expresa:
“La academia Caldense de historia es una entidad que tiene entre sus funciones la de ser vigilante de los acontecimientos que han creado la identidad regional y ser a la vez punto de apoyo de los gobernantes tanto del Departamento como de los municipios Caldenses. En razón de lo anterior hemos querido sugerir muy respetuosamente al señor secretario de Cultura de Caldas como al señor Alcalde Anserma, concretar un proyecto tendiente a levantar en la ciudad fundada por Jorge Robledo el 15 de agosto de 1539, un busto de bronce del Gran Mariscal, ya que Robledo fue el conquistador de Caldas y Anserma la primera fundación en este departamento. Los dos hechos engrandecen la región, pues remiten lo regional a la época del descubrimiento y la conquista remontando nuestro suceder a hitos nacionales”
Los pueblos Indígenas de Colombia consideramos que estos no son momentos para seguir levantando estatuas a los héroes de las infames invasiones y conquista española. El reconocimiento constitucional a la diversidad étnica y cultural de la nación sepultó la época de la historia unilateral e hispanizante.
Las generaciones actuales no pueden enaltecer la memoria de quien encabezó uno de los más tempranos y masivos genocidios de nuestro país; quien despedazó con perros carniceros a nuestros antepasados, los quemó, los empaló, los colgó del pelo, los mutiló y los hizo sufrir de las formas más crueles de maldad; y quien propició que el antiguo viejo Caldas, que a la llegada de los españoles era una prospera región, de gran diversidad étnica, con una abundante población indígena, organizada en siete señoríos, cada una hasta con 10 cacicazgos, 517 años después, dicha población se reduzca a los indígenas Emberas de Mistrato y Pueblo Rico en Risaralda y en Caldas casi solo a los indígenas de Riosucio, en general reducidos a condiciones de miseria y pobreza y sufriendo los permanentes ataques de politiqueros y multinacionales, ante la indiferencia del Estado.
Además, no puede olvidarse que este señor – a quien la Academia Caldense de Historia llama “Gran Mariscal”-, siguiendo el ejemplo de Pizarro en el Perú y de Cortés en México, tuvo en la traición y utilización de la rivalidad de unos pueblos indígenas contra otros sus principales métodos de lucha. ¡Qué ejemplo para las nuevas generaciones! Unos historiadores Alemanes escriben a este respecto:
“Bajo estos términos, los Carrapas lucharon contra los Picaras a ordenes de Robledo y, más tarde ambos grupos ayudaron durante el sometimiento de los pozos. Estos últimos, a su vez, fueron utilizados para someter a los Paucara, quienes luego se unieron a la campaña de venganza contra los pozos, una cacería humana cuyo final, no faltó de profundo sentido, consistió en que los Pozos desenterraron el cuerpo del mariscal Robledo, ejecutado por Belalcazar, y se lo comieron” (Georg Echert y Hermann Trimborn, Guerreros, y caníbales del Valles del Cauca (1938), Bogotá Banco Popular y Universidad de los Andes, 2002, Pág. 57).
Resulta además inaudito que faltando apenas un año para cumplirse los 200 años del inicio de la derrota del imperio español en América cualquier historiador proponga levantar monumentos a los héroes caducos de la conquista, pero es todavía más grave que sea el presidente de la Academia Caldense de Historia quien lo proponga, pues este departamento tiene a dos insignes representantes en la Comisión de Honor del Bicentenario de la Independencia de Colombia.
Dado en Riosucio Caldas a los 29 días del mes de Abril de 2009.
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DE CALDAS
CRIDEC