Fecha de publicación: 13 de julio de 2011
Una periodista de El Macarenazoo ha formulado en las últimas horas denuncia penal en la Fiscalía General de la Nación contra el comandante de la Estación de Policía de La Candelaria por su responsabilidad intelectual en los abusos de autoridad cometidos por uniformados el pasado viernes 1° de julio en la zona del eje ambiental, en el centro de Bogotá.
Ese día se desarrolló la primera jornada del festival Rock Al Parque, en La Media Torta, que culminó cerca de las 9 p.m. Posterior al espectáculo cultural decenas de jóvenes salieron en busca de transporte, y varios de ellos se congregaron frente al parque de los periodistas, donde a las 10:30 p.m., la periodista y cuatro amigas más, fueron testigos de los abusos que empezaron a cometer varios policías contra los jóvenes que se encontraban en el lugar. Dice la denunciante que “empezaron a llegar numerosas motos de policías agrediendo física y verbalmente a los transeúntes que en su mayoría éramos jóvenes, quienes nos encontrábamos en esta concurrida zona del centro de Bogotá.”
Frente a esto, la compañera del periódico y estudiante de la Universidad Distrital, afirma que decidió empezar a grabar lo que ocurría, y por este motivo fue herida por uno de los uniformados: “puesto (que) los policías se bajaban en su mayoría decididos a atacar a quienes nos encontrábamos en esta zona; algo que me impresionó bastante fue que los policías no solo tenían bolillos, sino los comúnmente conocidos tambos con los cuales se pueden causar graves lesiones. Me acerqué, por tanto, a grabar cómo varios policías se llevaban a una joven, pero mientras realizaba dicha grabación un policía vino corriendo por detrás de mí, me dio un bolillazo en la mano en la que tenia la cámara, como ésta no se cayó inmediatamente procedió a darme otro bolillazo y salió corriendo. Mi reacción fue arrodillarme porque el dolor era insoportable, por su parte mis amigas me sacaron de allí porque los policías intentaban cercarnos, posiblemente con la intención de apoderarse de la cámara digital.”
La violenta acción de los policías para desalojar al parecer el eje ambiental de los jóvenes que se encontraban allí, y que no contó con ninguna reglamentación legal ni acatamiento a los principios constitucionales, como el derecho a la reunión, y que demuestra una vez más la manera sistemática en que la policía nacional viola libertades y derechos fundamentales, dejaron a la periodista gravemente herida. Prosigue ella en la denuncia radicada el día de ayer: “ante tal acto de abuso por parte de la policía, tengo una lesión en mi dedo pulgar derecho, lo que me ha imposibilitado realizar varias actividades ya que este es un dedo fundamental para realizar cualquier acción, quedando la cámara digital con la que estaba grabando, y que además es mi instrumento de trabajo, totalmente destruida. Como lo mencioné anteriormente el dolor era insoportable y sin saber muy bien qué hacer, decidimos ir al hospital de La Candelaria y estaba cerrado, luego fuimos a Medicina Legal del Parque Tercer Milenio y nos dijeron “aquí sólo recibimos cadáveres” y nos mandaron para la URI de Paloquemao. Ya estando allí nos dijeron que primero deberíamos ir a la clínica Mederi a recibir atención médica, pero en esta clínica no me pudieron atender y nos remitieron al hospital San Ignacio donde finalmente a las 4:30 de la mañana (del sábado 2 de julio) me atendieron, dándome cinco días de incapacidad. De acuerdo a los anteriores hechos y a todo lo causado por dichos hechos (sic) no he podido realizar plenamente mis actividades cotidianas y mi trabajo desde aquel día.”
El Macarenazoo rechaza la manera en la cual la labor netamente periodística de la compañera del periódico fue ultrajada por miembros de la policía metropolitana de Bogotá, y en específico de la estación de policía de La Candelaria, en cabeza de su comandante, el teniente coronel Jairo Humberto Rojas Echevarría; su aval de periodista agrava la situación en la cual los policías involucrados actuaron. Por supuesto, las agresiones recibidas por el grueso de la población también son criticadas y denunciadas, y esperamos que al interponer una acción jurídica contra el principal responsable intelectual de esta agresión, muchas más personas se animen a hacer lo propio o no se queden calladas frente a un eventual improperio por parte de las autoridades o de actores ilegales. Rojas ha sido denunciado por la compañera de El Macarenazoo por lesiones personales, abuso de autoridad y daño en bien ajeno. Igualmente ha solicitado a la Fiscalía, aparte de la respectiva indagación del caso, “pronunciamiento e investigación sobre la violación a la libertad de prensa contemplada en la constitución nacional, en el entendido de que la labor periodística que me cometía fue atacada por la acción violenta de los uniformados” y a Medicina Legal que dictamine y valore las lesiones causadas por la agresión policial.*
Por último, realizamos un llamado para que la alcaldía local de La Candelaria, la alcaldía mayor de Bogotá, IDARTES y los organizadores del Festival Rock Al Parque aclaren si tuvieron alguna incidencia en las medidas tomadas dicho día por la policía nacional; y que también se pronuncien sobre las acciones de represión, que tienden a exarcebarse por la promulgación de la ley de seguridad ciudadana.
* Al final de la edición de esta nota, la denunciante ya fue atendida en Medicina Legal, y esta entidad le dictaminó 12 días de incapacidad.