Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

ÁLVARO RINCÓN RECUPERA A MOSQUERA CON CAMPOS DE CONCENTRACIÓN CANINA

Por: El Libelo.*

El alcalde de Mosquera, Álvaro Rincón, se ha declarado públicamente como un enemigo de los perros callejeros. Así lo hizo saber recientemente, en una serie de arengas publicadas en Internet: “¡Perro que esté en la calle, perro que voy a recoger y matar! ¡Si usted tiene una masota, sáquela con collar y con bozal, pero nada de perros callejeros! La vez pasada me enfrenté a la Procuraduría y a los ambientalistas: ¡los ambientalistas que vengan y recojan sus perros, y se los lleven, unos canchosos en las calles causando problemas! ¡Orden: recojan y maten!” Estas palabras contradicen mandatos expresos de la Constitución y la ley en alusión a la protección de los seres vivos. Las grotescas palabras de Rincón, han merecido que la ciudadanía de la región haga manifiesta su preocupación por tan desafortunados comentarios, y salgan en defensa de la vida. Los perros callejeros son víctimas de una sociedad que los ha condenado de antemano a una situación de abandono y pobreza; su crimen fue no ser queridos ni protegidos por las autoridades ni por la gente. Muy por el contrario, el Estado les condena a la muerte, a una ley de exterminio para los abandonados.

 

En este caso, la máxima autoridad municipal asume ese compromiso de asesinarlos vilmente. Según testimonios conocidos por El Libelo la orden “recojan y maten” es más grave de lo que parece, puesto que los perros recogidos son transportados a un sitio clandestino que funciona bajo la aquiescencia de la Alcaldía, en las afueras de Mosquera, y donde los mal llamados “canchosos” son encerrados en jaulas. Allí son condenados al hambre, antes de ser exterminados. Es decir, se practican conductas de tortura animal con los perros de la calle e incluso mascotas perdidas o abandonadas. Las palabras de Álvaro Rincón que merecieron cómplices aplausos de los asistentes (según se ve en el video colgado en Youtube), están legitimando un accionar que no respeta la vida hasta de los más desamparados, de los que no tienen voz.

 

La Red de Protección Animal y Ambiental de Colombia (REDPAA), preocupada por esta situación, ha circulado por Internet una comunicación que pretende sensibilizar a la comunidad y presionar al mandatario para que tome otras medidas, que no involucren la muerte. Las cinco principales propuestas de la Red son:

 

1. Implementar un programa de esterilización canina y felina de acceso permanente y gratuito.

2. Implementar un programa de tenencia responsable de animales de compañía. “Los que usted denomina “canchosos” han sido dejados en la calle por sus dueños así que si usted recoge y mata todos los perros según lo ha expresado públicamente, pero no educa a la población de Mosquera sobre sus deberes frente a la tenencia de sus animales de compañía seguramente empleará mucho dinero y tiempo pero no va a solucionar el problema de fondo, que no son los perros sino sus dueños irresponsables que les dan por hogar la calle,” dice la comunicación.

3. Educación a la comunidad sobre su responsabilidad con los animales.

4. Que según la ley 769 de 2002 el municipio tiene la obligación de crear cosos o depósitos de animales; como lo señala la Procuraduría: “centros dotados con los elementos necesarios para el adecuado alojamiento de los animales que en él se mantengan”, y no campos de concentración canina creados a espaldas de la comunidad, destinados, al parecer, más para saciar la sangre humana que para contrarrestar un problema de salud pública.

5. La Red manifiesta en su comunicado falencias en las declaraciones de Rincón, puesto que oficialmente el municipio no cuenta con centros de recepción de animales; asimismo, no pueden literalmente recoger y matar, puesto que incurrirían en falta al Decreto 2257 de 1986, donde dice que “los dueños de los animales podrán reclamarlos dentro de los tres días hábiles siguientes, previo al pago de servicios”; tampoco se sabe qué funcionarios recogerían y matarían, si “ningún empleado del aseo o conductor de un vehículo recolector de basura, se encuentra habilitado para recoger y sacrificar animales abandonados,” como lo explica Marcela Ramírez Cruz de REDPAA.

 

Respecto a la sugerencia de Rincón hecha a los ambientalistas: “que vengan y recojan sus perros, y se los lleven”, REDPAA aclara: “nosotros no contamos con los recursos, sin embargo ya hemos ayudado muchos animalitos, para que usted entienda con mayor claridad, “canchosos”. Como orgullosos ambientalistas que somos no podemos llevarnos a todos los perros abandonados de Mosquera, con gusto lo haríamos pero nos es imposible recibir más.”

 

Desafortunadamente, hablar por los animales o protegerlos, en vez de ser una solución parece una condena a la estigmatización, como lo señala Julia María**, una de las defensoras de animales que vive en Mosquera, quien asegura que ya ha “sido víctima de la persecución de esta Alcaldía, por un funcionario que afortunadamente ya no está.” ¿Su error? Tener un “pequeño refugio” donde sólo puede alojar 20 perritos. ¿Por qué entonces el afán de matar, si hay personas como Julia María** o varios ambientalistas decididos a proteger los animales, pero que no cuentan con suficientes recursos? ¿Por qué se abren campos de exterminio caninos a espaldas de la comunidad? ¿Por qué se muestra como una solución efectiva el asesinato y la gente aplaude?

* El Libelo es el medio de comunicación comunitario de Funza gestado por El Macarenazoo.


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