Cauca 14 de Octubre del año 2008
Señor
ALVARO URIBE VELEZ
Presidente de la Republica.
Bogota.
En nombre de la Constitución Nacional y la institucionalidad que representa y como ciudadanos legítimos de este país y de esta América exigimos a usted ordene a quien corresponda frenar los atropellos que la Fuerza publica viene cometiendo contra los indígenas del Cauca, del Valle del Cauca, del Huila y de otras regiones del país. Ya hay más de veinte heridos, algunos indígenas han sido brutalmente golpeados, son más de 15 indígenas asesinados, nosotros nos preguntamos ¿es esa la seguridad democrática que usted tanto pregona? ¿dar garrote, bala y gas lacrimógeno a quien se atreve a levantar la voz por defender el pan para sus hijos? ¿crear batallones para que atropellen a la gente humilde, para que contaminen los paramos y cometan todo tipo de arbitrariedades?.
Señor Presidente, queremos repetirle mil veces, nosotros no somos guerrilleros, tampoco somos paramilitares, ni somos narcotraficantes, solo somos hombres, mujeres y niños que hemos venido reclamando nuestros derechos desde mucho antes que surgiera esta republica de mentira. Somos hijos de la madre tierra, porque ella nos da el maíz, el agua, el aire para vivir, no somos culpables de la guerra que gobiernos extranjeros como el de Estados Unidos le obligan a promover. Como muchos colombianos somos víctimas de esa guerra absurda y de ese capitalismo salvaje que nos quieren imponer a sangre y fuego. Nos duelen nuestros jóvenes, nuestros niños, nuestras mujeres y los miles de huérfanos y viudas que ha dejado esta guerra, este escenario de muerte por donde campea gloriosa la impunidad y el cinismo.
Señor Presidente queremos decirle y aclararle que seguiremos resistiendo, que la palabra resistencia para nosotros no es sinónimo de terrorismo, es una palabra que tiene sustento en la fuerza que da nuestra historia de lucha contra todo tipo de colonialismo implantado en estas naciones desde que llegaron los invasores de España. Por eso levantamos la voz, caminamos, gritamos, tejemos, cantamos, danzamos, escribimos y si nos golpean nos defendemos. Seguiremos luchando y resistiendo para liberar a nuestra madre tierra, a nuestra madre agua, a los seres de la naturaleza, a los ancestros que nos dan la fuerza espiritual para defender la vida.
Señor Presidente, nos negamos a ser sujetos de venta, a que se negocie con los elementos vitales como la tierra, el agua, los pájaros, las semillas como cualquier mercancía, fuimos concebidos con otra filosofía de vida, por eso salimos a marchar, a decirle a los colombianos que usted y el gobierno de este país nos han incumplido, que los acuerdos en sus manos y en las manos de este Gobierno han sido letra muerta, las palabras prometidas son parte del teatro del engaño. Sabemos también que usted tiene ordenes precisas para acabar con todo aquel que levante la voz reclamando sus derechos, su libertad, una vida digna en Colombia, por eso manifestamos que nuestra lucha también será constante y que no desfalleceremos en este trabajo que nos exigen las generaciones.
Queremos decir señor Presidente, que seguiremos adelante en esta Minga por la vida, buscando brindar una luz en la ventana del destino para que el país siga despertando de la barbarie que usted y su gobierno nos vienen implantando. Hoy somos los indígenas, los coteros de caña, los de la Rama Judicial, algunos campesinos; mañana será el país entero, las mujeres, los hombres y los jóvenes quienes se levantaran agobiados por sus palabras que emanan mentira y engaño.
Señor Presidente nosotros Nasas, Gambianos, Yanakunas, Kokonukos, Eperara, Wayu, Zenu, Embera y otros hermanos actuamos amparados en nuestra historia, en los logros constitucionales, en los tratados internacionales que como el caso de la carta de Naciones Unidas -que aunque usted se negó a firmar-, nos brinda herramientas para la protección de nuestras culturas y nos otorga el legitimo derecho a levantar nuestra voz y a decir con toda legitimidad que a los colombianos se les engaña, que aquí en este país y a ordenes de Estados Unidos se está construyendo un régimen de terror en donde se descuartiza al honesto y se glorifica a los bandidos.
Seguiremos caminando y si la fuerza publica nos trata como animales y arremete con barbarie usaremos nuestras manos y nuestra inteligencia para no dejarnos avasallar como corderos, y con esto decimos, si aquí hay una masacre usted como Gobernante de este país tendrá que responder ante los tribunales nacionales e internacionales ya que nuestras culturas y el país en general no aguantaran tanta impunidad.
Atentamente,
CONSEJO DE CHASKIS, AMAWTAS, HUARMIS Y TAITAS DE LA NACION YANAKUNA DEL MACIZO COLOMBIANO
Por la liberación de la madre tierra ¡Jallalla!
Por la Liberación de la madre Agua ¡Jallalla!