PROCESOS CUTURALES EN MIRAS DE LA CRIMINALIZACIÓN
Una serie de correos electrónicos han generado un debate acerca de lo que significó el Festival de la Chucua de La Vaca y su intento por vender una vez más la cultura. A la vista, el repudio a las organizaciones comunitarias y de comunicación de Techotiva. Aclaración de la cronología de los correos eléctronicos.
G.A.C.R.
En días pasados, a nombre de “gestores culturales de Techotyba”, se envió por correo electrónico una mordaz crítica que golpeaba directamente el nombre de EL MACARENAZOO (MZO). En el correo electrónico enviado a las organizaciones sociales y medios comunitarios de Techotiva (mal llamada Kennedy), se criticó la forma mediante la cual, supuestamente, el MZO incitaba a la violencia con el envió de la nota sobre el Festival de la Chucua de La Vaca, realizado el 7 de agosto en el parque Villa de La Torre, en el área circundante al humedal adyacente a Corabastos. Grupo 13 (G-13) decidió realizar con el mismo nombre, su Festival, pero en un barrio distinto al área circundante de la chucua, o humedal: en María Paz, para el domingo 31 de agosto, por lo cual las organizaciones locales escribieron: “Ojo, según G-13, dizque Festival de la chucua de La Vaca… En María Paz. Se rajaron en geografía local. ¡Hay que recordarles dónde quedan los 14 barrios de la chucua de La Vaca y la gente que hizo del Festival un evento-proceso! Figuró… Movernos. Invitación para todos los individuos, combos, colectivos, JAC y organizaciones que hicieron del Festival de la chucua de La Vaca una realidad. Se nota que no es de Kennedy quien haba según por todos.”
Este escrito generó la furia de quienes se titulan “gestores culturales de Techotyba”, legitimando a su vez unas practicas clientelares dentro del sector cultural de la localidad octava. Dicen los “gestores culturales”, a nombre de “Techotyba Techotyba”, en un correo que se titula, refiriéndose al MZO, “(…) que farza de medio y medio se va a quedo” (sic), que los organizadores del festival en María Paz sí valoran a los artistas locales, en contravía de unos corruptos culturales que “hacen firmar a todos los artistas por un precio alto para poner en los informes y pagan lo que se les da la gana.” Estas afirmaciones crean desinformación, pues inducen a pensar que, en relación con el Festival autogestionado que se realizó el 7 de agosto, los artistas fueron menospreciados y no se les dio una paga justa que merecían por contrato. Es de aclarar que este Festival fue realizado como una reivindicación cultural después de una serie de desacuerdos con G-13, de manera solidaria inter organizacional y de carácter comunitario y ambiental, que contó con los pocos recursos de sus impulsores, y que no se realizó en el marco de un proyecto con la alcaldía o el Estado, como lo quieren pensar los “gestores culturales” o “Techotyba Techotyba”, por lo tanto la mayoría, si no todos los artistas que se presentaron a lo largo del día lo hicieron de una manera voluntaria sin fines de lucro. Este medio fue acusado de tolerar y promover unas prácticas que ellos calificaron de “violentas”: “Ojala ese medio que maneja no dañe los corazones y se dejen movilizar por revoltosos sin causa que no tienen nada que aportar.” El MZO ha patrocinado, promovido y acompañado los procesos y actividades sociales que considera construyen un sentido de identidad en torno al territorio local, donde la cultura, el medio ambiente y la política son ejes transversales que potencian esa construcción popular; de esa manera, en Techotiva, bajo la figura de la corporación Almendra, ha acompañado actividades como la del pasado 7 de agosto, difundiendo como medio de comunicación la información que articula el pensamiento crítico y las distintas propuestas. En relación con el verdadero Festival de La Chucua de La Vaca, realizamos un fotorreportaje que está enlazado en la edición virtual, y estuvimos en desacuerdo, como muchos otros, en que se tomara el nombre del Festival en pro de legitimar unas practicas que mercantilizan una vez más la cultura popular.
Mauricio Castellanos, líder social y gestor cultural de Techotiva, cuestionó de inmediato las declaraciones de “Techotyba Techotyba”: “Qué tristeza que personas escondidas en el anonimato, arremetan contra el movimiento cultural (…) Quiero recordarle que en este país, pese a la dictadura mafiosa, aún hay espacios de expresión libre, como el que representa EL MACARENAZOO, donde afortunadamente sí se informa de la realidad política, económica, ambiental, cultural y social del país y la ciudad y eso va contra la mediocridad de algunos que le siguen comiendo cuento a los grandes monopolios de la desinformación, que es a propósito de donde vienen los “buena paga” de Grupo 13, y si no quién es Jorge Alfredo Vargas o Patricia Janiot. Quienes por cierto al parecer ya no les alcanza el dinero que ganan diciendo las mentiras de las élites y de las multinacionales, sino que ahora vinieron por los presupuestos locales.” G-13 es una organización no gubernamental creada por uno de los dos conglomerados más poderosos de la desinformación del país, el canal Caracol, de la empresa Prisa de España. Lo que dice Mauricio Castellanos es la evidencia de una realidad para la cultura local, que los grandes monopolios quieren colonizar distintos espacios de opinión en el ámbito comunitario y popular, dando cuenta así de la estrategia publicitaria generada en torno a la legitimación de la brutalidad comunicativa que domina masas, ahora desde lo particular. “Al menos ellos sí pagaron lo justo a nuestros grupos”, manifestó “Techotyba Techotyba”, a lo cual Castellanos contestó que esos valores “los estableció el movimiento cultural en una sesión del consejo local de cultura en septiembre de 2007”, y, en relación directa con el Festival de María Paz, G-13 estaba en la obligación de pagar eso, ya que este evento sí era en el marco de un proyecto cultural local. G-13 no es que haya querido valorar más el trabajo de los artistas, simplemente que debe atenerse a lo dispuesto hace un año en el consejo local de cultura, donde están algunos organizadores del verdadero festival de la Chucua de La Vaca, que, ya de forma autónoma, decidieron jalonarlo de manera autogestionada.
Respecto a este llamado de atención a los “gestores culturales”, el periódico comunal Mi Barrio llamó a la participación conjunta, invitando a los anónimos a acompañar las distintas actividades locales, más específicamente en la recuperación del humedal La Tingua Azul, ubicado en el territorio de Techotiva: “La mejor crítica es participando… nuestra crítica es clara y concreta, y es de frente a los actores”, afirmó. Asimismo no desconoció que dentro de los culturales existan intereses partidistas y mutuos enfrentamientos, empero, hizo el llamado a “denunciar los medios que consideran desconocen la localidad y apoyan a organizaciones que vienen de otros lares.” De una manera canalla, “Techotyba Techotyba” arremetió de nuevo contra esta propuesta, calificando al director del medio como un “viejo” que alenta e invita a la violencia, desconociendo también el papel que su medio local cumple en el barrio California y demás zonas de Techotiva. Lo que es curioso de este nuevo correo es la legitimación de los medios de desinformación por parte de este anónimo: “Nosotros criticamos los medios grandes por las multinacionales que no aportan a nuestro porvenir, pero si esa es la forma de solucionar un problema o un mal entendido, incitando a la violencia, al saboteo, preferimos esos medios.”
Lo que empezó a ser un evento, que, como lo afirma Mauricio Castellanos, mal que bien benefició a la comunidad de María Paz (por el evento cultural como tal), el susodicho Festival de La Chucua de La Vaca el pasado domingo 31 de agosto, ha pasado a ser un legitimador de unas practicas sociales dominantes del sistema omnipresente que representan los grandes medios de desinformación. Por supuesto, que detrás de esto, debe haber un trasfondo político. Este sábado 6 de septiembre la cuestionada Alcaldía Local presentará su política de comunicación comunitaria con tres medios en las distintas frecuencias: Radio, prensa y televisión, excluyendo de facto a los medios comunitarios y alternativos que han jalonado propuestas adyacentes para una real inclusión de la comunidad en sus fuentes y vehículos de información y comunicación. El proyecto de la Alcaldía fue gestionado por G-13, y ellos, por supuesto, llevarán a su delegación de Caracol Televisión, para promover los medios masivos como únicos emblemas y baluartes de la comunicación de masas, y que mejor que apoyados por una seudo organización no gubernamental que, en el imaginario popular, hace referencia a lo alternativo, crítico, propositito, comunal, de un grupo autóctono que trabaja en pro de las mejoras sociales. Es probable que los anónimos sean una fuerza de desprestigio organizada por los intereses de las empresas involucradas en el no tan nuevo negocio de las telecomunicaciones; una fuerza que deslegitime y arruine los distintos procesos culturales de índole comunicativo de la localidad de Techotiva, en este caso: EL MACARENAZOO, como medio alternativo de carácter universitario popular, que tiene incidencia en la región, fue víctima de tales improperios, pero también el periódico Mi Barrio, y nos preguntamos si los colectivos asociados en torno a lo que se ha denominado Pro-sesos, A Media cuadra, Radio Miseria, El Guache, Cueva Majiyé, Génesis RADES, etc., también puedan caer en semejante ola de nepotismo que beneficie a una serie de personas que tiene nombre propio y no tienen por qué esconderse. “Techotyba Techotyba” en su último correo induce a pensar en la criminalidad que tendrían algunas organizaciones y amenaza con perjudicarlas: “Esperamos crear un paquete completo con pruebas para que entre todos (supuestamente ya se han sumado más voces a este clamor) acabemos con esta corrupción”, concluye.
En definitiva, lo que están logrando poco a poco procesos que rayan en lo impopular, y la propia administración de turno, es unir más al movimiento cultural serio, auténtico, popular, comunitario, alternativo y propositivo que cualifiquen el camino y la senda de una transformación paulatina de las condiciones de vida de la localidad de Techotiva. Nos encontraremos nuevamente el domingo 14 de septiembre en el encuentro de medios comunitarios del territorio, el sábado 27 en el campamento por la minga ambiental en la Tingua Azul, y en decenas de eventos más que, como el Festival de la Chucua de La Vaca inviten realmente a la apropiación de la comunidad con su entorno y con sus medios, y no como un evento farandulero que muestre que la comunicación es una simulación “en tiempo real”, como lo querrán hacer ver el sábado 6 los jóvenes caracoleros de G-13 y su sede, la Alcaldía Local.
Adenda: En el primer número del periódico comunitario “Sumando Voces”, de la Corporación Almendra, que se distribuirá en Patio Bonito y en Techotiva la próxima semana, saldrá la nota periodística sobre el Festival de la Chucua de La Vaca, realizado el pasado 7 de agosto. Esperen pronta información de su lanzamiento público.