Por: Guillermo Andrés Castro Rozo.
Fotos: Jairo Espinosa.
Fecha de publicación: 10 de abril de 2016.
Todo el barrio está derruído, como las edificaciones del lugar. Violencia e inseguridad se han tomado las calles.
Como una auténtica "zona de guerra" calificó el fotografo y diferentes veedores ciudadanos, uno de los barrios colindantes con el Aeropuerto El Dorado, en donde la OPAÍN adelanta procesos de compra de terrenos para la ampliación de la terminal aérea, y en específico la construcción de nuevas rutas. Familias enteras han sido desplazadas de esta manera a la fuerza, ya sea por la compra legal pero coercitiva del predio, o porque a algunas no les ha llegado la oferta de la multinacional. En este barrio de la localidad de Engativá hoy crece la inseguridad, la prostitución, el consumo y venta de drogas; y aún siguen viviendo allí decenas de personas que hoy son víctimas de las demoliciones irregulares de algunas casas que fueron vendidas a la OPAÍN; y por la falta de servicios públicos, pues al considerarse un área de expansión del aeropuerto así como la compra de predios, las empresas han decidido suspender a algunas residencias - donde aún sobreviven las personas - servicios de luz, aseo, agua, alcantarillado o gas.
Mucha gente sigue viviendo en este lugar de escombros y violencia. Víctimas de los procesos de ampliación del Aeropuerto El Dorado no se van porque dicen no tener a dónde irse, y porque la OPAÍN no les ha ofrecido ninguna solución por su vivienda.
Representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estuvieron en el lugar y constataron la preocupante situación de estas personas. Hay que tener en cuenta que el BID financia a la OPAÍN con las obras del Aeropuerto; y en su dinámica de control social crearon el MICI (Mecánismo Independiente de Consulta e Investigación), como un ente de interlocución con la ciudadanía afectada y esta organización. Sin embargo, los representantes del BID no pudieron ingresar a otras calles aledañas del barrio en proceso de demolición, por no contar con cuerpos oficiales de seguridad; y ante la advertencia de la existencia de "lugares peligrosos" por parte de la comunidad.
Delegación del BID escuchando a la comunidad afectada.
A esta situación de desplazamiento forzado a las comunidades, se suma un nuevo proyecto tendiente a adquirir 689 predios en el costado sur del Aeropuerto, esto en la localidad de Fontibón. Según el periódico El Pregonero del 2 de abril pasado, se contempla en un plan a quince años, "cambios en la estructura vial, modificación del tramo de la Avenida La Esperanza, posible desaparición del Estadio y Coliseo de Atahualpa, planteles educativos", entre otros. Igualmente se advierte que en municipios como Funza o Mosquera, colindantes por el occidente con el Aeropuerto, también se estarían proyectando las adquisiciones de varios terrenos.
Prácticamente desde cualquier punto de vista, la zona parece "de guerra."
Las áreas de Engativá y Fontibón, las actuales afectadas y las que podrían sufrir los efectos de la ampliación del aeropuerto, son densamente pobladas: se registran incluso edificaciones de hasta cinco pisos de altura, pese a los ruidos exhorbitantes de la operación de los aviones.
Delegados del BID estacionan sus vehículos al lado de una de las pistas del Aeropuerto (margen derecho de la foto)... A pocos metros, el barrio en ruinas..
Más imágenes en Facebook: www.facebook.com/periodicomzo/posts/577301082432604