Por: El Macarenazoo.
Fecha de publicación: 29 de octubre de 2015.
Jorge Rey, con el microfono en la mano, durante acto de celebración el pasado domingo. Lo acompañó, en la foto hacia su derecha, el senador investigado por parapolítica Juan Carlos Restrepo (de saco gris), y el electo alcalde de Funza Manuel Montagu. Foto: Archivo particular campaña oficial Manuel Montagu.
La cuna electoral de Jorge Rey, el nuevo gobernador de Cundinamarca, es Funza, un municipio donde el dominio político único ha marcado la última década. La estructura que hoy pudo levantar a Rey como el nuevo mandatario departamental, nació, creció y se desarrolló en Funza al amparo del uso de las políticas públicas como fortines electorales, y de uno que otro fraude denunciado en su momento, pero que no tuvo trascendencia en los organismos de control, dominados por Cambio Radical, como la Procuraduría Regional de Facatativá. Para la presente coyuntura se denunciaron todo tipo de presiones políticas hacia el electorado, el constreñimiento, trashumancia, y algunos presuntos delitos contra la democracia, como la posible fabricación de cédulas falsas en Funza, el uso de carpas institucionales de la Gobernación, entre otros. Sin embargo, pese a las críticas, que trascendieron incluso a los medios masivos de comunicación, el poder político de Rey triunfó, igual que como lo hizo hace dos años cuando se lanzó al Congreso de la República, o como hace 8 años cuando ganó la Alcaldía de Funza.
Rey no solamente detenta una estrella que le ha permitido ganar a todo lo que se postula, sino una maquinaria que tiene un tentáculo financiero y político sincronizado desde la vicepresidencia de la República, con Germán Vargas Lleras. Sin embargo, el hecho más diciente de su triunfo es la consolidación de una élite en los poderes locales, que no se modifican y sólo hacen relevos ocasionales, cambiando personas para que el sistema siga igual. Es el caso de Funza. Las dos últimas administraciones municipales han sido manejadas por el mismo partido político; la entrante igual seguirá la misma línea ideológica y política. Manuel Montagu, de Cambio Radical, logró ganar la Alcaldía de Funza, con la más alta cifra de votos en la historia obtenidos para un candidato a esa corporación pública, en el municipio: 22.340 votos, 59.67% de los votantes.
El municipio de Funza, Cundinamarca, llegó a ser dominado de esta manera por una serie de factores que marcaron la suerte de presente que padecen hoy sus habitantes. Hace 10 años fue asesinado el candidato a la Alcaldía del Polo Democrático Independiente Aldemar Campos por facciones paramilitares que actuaban en la zona; en la última década se permitió la expansión urbanística e industrial sin limites: los usos del suelo cambiaron radicalmente, de zonas de cultivo a áreas de aprovechamiento industrial o de sendos planes de vivienda de capital privado. Hoy Funza tiene la mayor área de suelo subutilizado del país: 90% de su territorio. La área urbanizada, por su parte, creció un 155% Fue tanto el afán por llenar de bodegas y complejos industriales, que a la misma Alcaldía se le olvidó cobrar impuestos a varias de estas empresas, como lo denunció el portal web Las 2 Orillas. En algún momento durante la administración de Rey, el humedal Gualí casi pierde su riqueza hidrica por la contaminación de las grandes empresas. Pero precisamente esa industria que ha traído perjuicios a los habitantes de la zona, fueron las encargadas de limpiar la imagen de los gobernantes, y algunas como Big Cola o Colanta, trajeron artistas musicales y espectáculos culturales de gran envergadura, que fueron mostrados ante la población como logros de cada administración de turno. El dinero que maneja el municipio creció desaforadamente, lo que permitió manejar programas sociales y grandes infraestructuras que dejaron al pueblo obnubilado. Para el alcalde actual de Funza, el municipio creció tanto que no se consideraba que hubieran pobres en su territorio, por lo cual no optó para aplicar en la convocatoria presidencial de 100 mil casas gratis para las familias más necesitadas del país. Sin embargo, el proyecto público de vivienda de interés social, manejado por Amarilo, Altos del Gualí, tendrá una tercera fase en el próximo cuatrienio, según se lee del programa de gobierno del nuevo alcalde, electo el pasado domingo. Se dice, de esta suerte, que Funza aumentó su población no por la gente que vive allí sino por la que duerme, pues la mayoría de los nuevos domiciliados realizan sus labores de estudio o trabajo en la sabana y en Bogotá. Pese a ello, estas personas no pudieron votar el pasado domingo, pues la masiva anulación de cédulas en Funza, entre 7 mil y 9 mil, cobijaron incluso a los nuevos habitantes que recién habían inscrito su tarjeta de identidad.
El Concejo Municipal de Funza es otra muestra del férreo control territorial del oligopolio. Los resultados del domingo pasado dan cuenta de la permanencia en el poder de la élite del poder local. De 15 concejales, nueve fueron reelectos; y los seis restantes, que en apariencia son nuevos en el cargo, representan los intereses de siempre y de los mismos dirigentes que se han estado usufructuando con el poder. La participación femenina bajó; pues de 4 concejalas actuales, el 2016 iniciará con sólo 3. Los reelectos el domingo son: de Cambio Radical, Ángela Hernández, Marco Tulio Bernal y Gustavo Marín; del Partido Conservador, Diego Guevara y Doris Riaño; del Partido Verde, Roberto Organista y Alfonso Lamprea; del Partido Liberal, Dairo Pedraza y Pablo Avendaño. Los relevos son: por el partido de la U, el ex director del Centro Cultural Bacatá durante la administración de Rey, Jhon Jairo Forero; el hermano de la ex alcaldesa Beyanith Gutierrez Roa, cuando Rey se desempeñó como secretario de gobierno, Germán Roberto Gutierrez; y Jairo Guaqueta, a quien el gerente de Altos del Gualí Luís Alfredo Vargas Ballén, le hizo campaña con los beneficiarios de las casas; por el MAIS, Nilson Díaz; por Opción Ciudadana, Ana Rosa Carvajal, ex directora del Centro de Atención Eficiente durante esta administración y quien recibiría las banderas de la concejala saliente Margarita Posada; y por el Centro Democrático, Arvey Tequi, impulsado por el concejal saliente Julián Flechas, quien catapultó su triunfo desde una iglesia que opera en Mosquera, denominada Misión Carismática Internacional.
El Concejo de Funza fue protagonista en los últimos cuatro años de aprobar mayores impuestos para los residentes y propietarios de tierras en el municipio, mientras que al unísono rebajó los gravamenes económicos a los industriales. Así mismo, modificó en dos ocasiones el uso del suelo en cabildos abiertos presuntamente ilegales. Y autorizó en un par de ocasiones a que el alcalde suscribiera millonarios préstamos que al parecer habrían sumido a Funza en una deuda histórica.
La oposición
En un panorama, que a simple vista parecería beneficiar a la élite en el poder, sobresalen cifras, liderazgos e iniciativas que se oponen a la continuidad. Por ejemplo, para las elecciones del pasado domingo, Funza fue uno de los cinco municipios del país que inscribió comité promotor del voto en blanco para la Alcaldía. Lo hizo el Polo Democrático Alternativo, en cabeza de su presidente municipal Carlos Julio Buitrago, ex candidato a la Alcaldía hace cuatro años, y uno de los más férreos críticos al poder dominante. El Polo tuvo su casilla en el tarjetón, diferenciada del voto en blanco convencional. El primero obtuvo 232 votos, mientras el segundo fue respaldado por 2.127 ciudadanos. La sumatoria de ambos arrojó un total de 2.359 votos en blanco, lo que significa la cifra más alta jamás alcanzada en este aspecto para la Alcaldía de Funza, pues en el 2007 se contabilizaron 826 votos, y en el 2011, 1.949.
Pese a los altos números de respaldo a Montagu, 36.993 personas aptas para votar no votaron por él: lo hicieron por los otros dos candidatos, por los votos en blanco, anularon su voto o se abstuvieron de participar. Lo que significa que un 62.3% de la población funzana no respaldó decididamente la continuidad, cosa que sólo lo hizo el 37.7% restante.
Funza fue la población No. 14 en el país que más votó en blanco para la Asamblea Departamental, 23.93% de la votación total. Lo curioso es que en la población habían candidatos oriundos aspirando a esos cargos; y no sólo eso, sino que estaba el actual diputado Ricardo Porras, quien había llegado allí apalancado por Jorge Rey después de ser concejal de Funza, hace cuatro años. En cuanto al Concejo Municipal, la ciudad obtuvo el puesto No. 15 en el país que más votó en blanco: 8.59% del total, esto pese a que hubo más de 170 candidatos que aspiraron por las 15 curules en disputa.
Finalmente, la votación de la izquierda democrática en el municipio fue cualitativamente más importante que la obtenida hace cuatro años, pues informó el Polo Democrático Alternativo que superaron a los menos y más votados de su partido hace cuatro años, para un total de 662 votos para la colectividad. Guillermo Castro, secretario del Polo Funza, quedó al final de la jornada como el referente más importante de la oposición local al obtener la mayor votación del partido en estas elecciones, y superar al mayor votado de hace cuatro años. La importancia de Castro radica en su formación académica y política, trabajo social desempeñado en los últimos 10 años en el municipio, y que se vio reflejado en su primera aspiración a cargos de elección popular, como ocurrió el domingo pasado. Acá se cultiva un nuevo liderazgo joven que podría ser una de las piedras en el zapato del poder dominante local.