Por: El Macarenazoo
Fecha de publicación: 27 de junio de 2011
Acción ilegal del Ejército al reclutar jovenes. De esta manera ha sido "secuestrado" un joven en Bogotá y trasladado a Granada (Meta). Foto: Archivo
Un aberrante caso de abuso de autoridad está ocurriendo con un joven que fue secuestrado por el Ejército Nacional de Colombia desde el pasado miércoles 22 de junio. Ese día, Sergio Uribe, admitido a la Universidad Nacional, sede Bogotá, fue abordado por la batida ilegal del Ejército que se desarrolló en la localidad de Fontibón. Con toda la transgresión del caso, los militares obviaron su condición de estudiante admitido a una universidad estatal, y rápidamente fue trasladado el mismo día hasta Villavicencio, no sin antes pasar por el batallón de artillería en Usme en donde le tomaron los datos de su incorporación al ejército nacional, es decir a su acuartelamiento inmediato.
Desde el jueves 23 de junio, el joven se encuentra recluido en el municipio de Granada, departamento del Meta. Los padres de este muchacho se han dirigido a esta zona con la documentación que certifica la admisión a la Universidad Nacional, pero los encargados han dicho que deben esperar hasta el 30 de junio mientras llegan dos altos mandos militares que son los únicos supuestos autorizados para examinar el caso y poder proceder, de esta forma, con el desencuartelamiento. Es decir que el joven será privado de su libertad por lo menos más de una semana, entre otras razones porque no hay celeridad en el repaso que de la documentación deben realizar las autoridades, quienes son las mismas que con gran argucia sí lograron llevar al muchacho en tiempo récord a una zona distante de donde fue interceptado por los militares.
Realizamos este llamado de alerta, dadas las posibles violaciones a los derechos humanos y a la ley que se estarían cometiendo en este caso, y preocupa aún más la rapidez con la cual los militares han llevado al joven hasta el municipio de Granada, en el Meta, pero que con un insulso despotismo han omitido su libertad inmediata. Así mismo, porque se desconocen los costos que pueden generar y han generado en la familia este abuso de autoridad, en el plano económico, con el tema de transportes por ejemplo, psicológico y en el propio ambiente familiar.
Las batidas, como son conocidas popularmente las operaciones relámpago que realiza el ejército en sitios públicos con el fin de incorporar nuevos miembros a las fuerzas armadas, han sido declaradas en enésimas ocasiones por distintos entes como ilegales. En el plano local, la sentencia de la Corte Constitucional C176 de 2007 dice que el hecho de conducir a una persona sin ninguna orden judicial y por medio de la intimidación armada es ilegal; igualmente la defensoría del pueblo lo ha hecho saber en diferentes misivas enviadas a los altos mandos del Ejército. El artículo 9 del Pacto de Derechos civiles y políticos de la ONU es claro en los términos en que la privación de la libertad se puede dar, y esta forma recurrente que ejecuta el Ejército es atentatoria flagrante de esos principios.
El artículo 1 de la ley 642 de 2001 dice: “Si al acceder a la mayoría de edad el joven que hubiere aplazado su servicio militar (es decir que no lo haya prestado, y pueda hacerlo) estuviere matriculado o admitido en un programa de pregrado en institución de educación superior, tendrá la opción de cumplir inmediatamente su deber o de aplazarlo para el momento de la terminación de sus estudios (…) La autoridad civil o militar que desconozca la presente disposición incurrirá en causal de mala conducta sancionable con la destitución.” Por tal motivo, si el afectado lo considera así podrá no enlistarse e incluso demandar reparación por los daños ocasionados.
En este caso, la jurisprudencia ha sido subordinada al mando castrense. Esperamos que surjan acciones, no en los próximos días, sino en las ulteriores horas. Así lo ha hecho saber a El Macarenazoo, Cristián Mauricio Uribe, hermano del joven raptado, quien nos ha dicho: “espero me puedan ayudar lo más pronto posible, no podemos seguir permitiendo que las fuerzas armadas sigan violando los derechos humanos ni que su arbitrariedad se imponga de una manera tan extensa.” Uribe ha manifestado también que el trato recibido por su hermano desde que fue incorporado ha sido el de un soldado regular, más no bachiller como debiera ser.
¡Por la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio!
¡Que nuestros jóvenes no sean parte de la guerra que dirigen unos cuantos en este país!