El primer presidente negro de los EEUU empezó un reto inmenso. Pero ya este solo hecho, en un país signado por el racismo, es la punta visible de un iceberg de esperanza (esto queremos creer).
Compartimos el discurso de posesión del Presidente Obama. Una agenda de trabajo que en su primer día de gobierno da pasos concretos hacia la "nueva era" de transparencia, que se dejará sentir en el mundo a medida que imponga su estilo, sus principios y sus convicciones, antítesis de un estilo y de otras convicciones nefastas, desafortunadamente reelegidas pero que hoy, una vez el pueblo estadounidense corrigió su equivocación, permiten al mundo recuperar el cauce de avances obtenidos por la humanidad.
Las primeras órdenes ejecutivas, con un claro derrotero ético, tienen un mensaje directo para la administración pública norteamericana, pero también para todos los gobiernos del planeta puestos al servicio de intereses particulares. Por eso los invitamos a reflexionar sobre ellas, donde también se hace referencia a la primera medida encaminada a cerrar la prisión de Guantánamo, símbolo del oprobio y de la violación de los derechos humanos, en nombre de la “seguridad”, práctica emulada con desfortuna por otros gobiernos equivocados, cuyo error será corregido por sus pueblos (“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Eclesiastés 3:1).
Igualmente Obama se propone acabar con las guerras ilegítimas (¿existirá alguna legítima?), como la de Irak (sugerimos revisar los artículos “Yacimientos de la Guerra” I y II, en las ediciones No. 8 y 10 de UPM) o la afrenta más reciente del descomunal ejército israelí en “guerra” contra palestinos que en sus propias calles -niños y mujeres, amas de casa, armados con piedras- se defendían de los ataques de misiles, aviones y tanques, en un vulgar desequilibrio que arrojó más de 1400 muertos (¡la mayoría palestinos civiles!), entre ellos miembros de la ONU. Las gestiones inmediatas del presidente Obama con los líderes implicados en el conflicto palestino-israelí abren una esperanza para la “paz duradera” allí, distinta al hostigamiento y uso del terror por parte de la administración anterior y de sus gobiernos aliados. De hecho se abre la posibilidad de que la propia ONU investigue estos crímenes de lesa humanidad, para enjuiciar a los culpables (es posible creerlo, en una nueva era).
Una firme convicción ética sustentará la recuperación de las vías democráticas y el respeto por la ley, al advertir Obama que no cohonestará con gobiernos ilegítimos: “A aquellos que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y la represión de la disidencia, tenéis que saber que estáis en el lado equivocado de la Historia; pero os tenderemos la mano si estáis dispuestos a abrir el puño”. ¡Hay una nueva esperanza!
Por eso, aquí, continuamos lo que empezamos, trabajando también por un país mejor: Una Colombia donde se respete y profundice el Estado Social de Derecho plasmado en la Constitución del 91. Agradecemos a los amigos que enviaron sus trabajos para la edición No. 11 de UPM, que se divulgará los primeros días de febrero.
Reciba nuestro saludo de esperanza.