Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

LAS ÍNFULAS DEL "DICTADOR."

Por: Maya maya

"La ofensiva contra las Farc no se discute", afirmó Uribe tras sostener un encuentro con el ex gobernador de Meta, Alán Jara, liberado el día de ayer. Es decir, que por cuenta de su embeleco armamentista y de su delirio de poder queda por fuera de toda consideración el clamor de los colombianos y de las víctimas del secuestro.  ¿La voz de Uribe no se discute? Claro que se discute y se contradice y se crítica. El poder constituyente es el poder del pueblo, y es éste quien delega una porción del poder a determinadas personas para constituirse en Estado. Una democracia ya no representativa sino PARTICIPATIVA como la nuestra, impone al mandatario la voz de sus gobernados y el derecho de estos a intervenir en las tomas de decisiones.

 

La democracia es un sistema de relaciones horizontales, no de amos y lacayos como se ha querido imponer históricamente en Colombia. Y más que un sistema de organización política, la democracia participativa propone una forma de convivencia y organización social que se basa en el reconocimiento del otro, en la legitimidad de las voces de cada ciudadano y en el respeto a sus derechos y garantes constitucionales.  Lo que no se discute en una democracia son los derechos políticos, sociales y civiles de los ciudadanos. Estos no se discuten, se acatan.

 

Los colombianos tenemos no sólo el derecho, sino el deber de opinar libremente, de disentir y de proponer; esto no es una dictadura, al menos no oficialmente ni una autocracia, y aunque nuestra democracia se asemeje más a una oclocracia, existen principios consagrados por nuestra constitución que deben ser acatados y más por quien simboliza la unidad nacional.

 

A Uribe se le olvida que el principio medular de nuestra constitución es el Estado Social de Derecho y que éste garantiza la libertad para todos los ciudadanos y otras garantías que nunca se han visto realizadas en la práctica. En la Sentencia SU-747 de 1998 el magistrado Eduardo Cifuentes Muñoz señala que el Estado debe garantizar condiciones de vida dignas para todos los ciudadanos. “Con este concepto se resalta que la voluntad del Constituyente en torno al Estado no se reduce a exigir de éste que no interfiera o recorte las libertades de las personas, sino que también exige que el mismo se ponga en movimiento para contrarrestar las desigualdades sociales existentes y para ofrecerle a todos las oportunidades necesarias para desarrollar sus aptitudes y para superar los apremios materiales”.

 

Teniendo en cuenta la precariedad en la que vive buena porción de la población colombiana, la acción criminal del Estado, la sistemática violación de los derechos humanos, y la arbitrariedad e indolencia de nuestros gobernantes que terminan creyéndose emperadores y viendo al pueblo como una masa amorfa que debe ser sometida contrariando cínicamente lo que dictaminan nuestras leyes, ¿no existen entonces suficientes razones para manifestarse, protestar y desafiar el régimen vigente?

 

Señor Uribe, somos ciudadanos y hacemos uso de los instrumentos que nos confieren las leyes y los principios universales que en materia de justicia y ciudadanía se reconocen en todo estado democrático. No olvide que el pueblo que lo subió está en su derecho de exigirle que rinda cuentas, que usted se debe a su voz y que  un día este mismo pueblo que lo subió al poder también lo puede bajar de él.


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