Por: Kondor Arcoiris
Está ocurriendo algo tenebroso. La muerte, los que dan muerte, los asesinos rondan por todos lados. Es la guerra. Muchos no comprendemos qué es, por qué llegan con sus armas, su violencia, su destrucción, circundando nuestros caminos, derribando nuestras puertas, amenazándonos, asesinando nuestros seres queridos en formas atroces, ni nada de lo que cuentan por los medios de comunicación. Sabemos que es muy horrible porque lo estamos viviendo, es una cruel forma de vivir en nuestro territorio. No la conoces sino cuando te interesas por los demás y por la forma en la que funciona nuestra república con una mirada limpia y orientada por el corazón solidario, sin avaricia, con honestidad entre la gran hermandad nacional que somos como personas nativas de acá, para quienes el mayor proyecto es lograr vivir en nuestro territorio en condiciones sociales absolutas de paz para todas y cada una de las personas nacidas, igual que para cualquier amigo que viniere de otro lugar para estar acá.
Todo aquel que muestre tal interés es nombrado guerrillero, aunque ahora llaman a cualquiera guerrillero para matarlo y reclamar más plata por aumentar los resultados de bajas en falsos combates, se les paga a todos por cometer sus crímenes. Nosotros nunca hemos pertenecido a esas organizaciones armadas, nosotros solamente hemos hecho uso de nuestras palabras, hemos contado lo que es verdad, lo que nos consta y sabemos que por eso realmente es que nos quieren hacer daño de todas las formas brutales humanamente imaginables. Pueden escribirte cosas en las paredes de tu casa, enviarte sufragios, cartas, llamarte a tus teléfonos personales, visitarte para intimidarte destruyendo tus lugares de vivienda y trabajo, cometer atentados contra tu vida y la de tu familia y la de tus amigos y sus familias, asesinar a cualquiera, en cualquier lugar, con o sin motivo. Lo único que dejan hacer tranquilos es obedecerles.
Hay unos temas de los que no les gusta que se hable en absoluto. Especialmente nunca puedes decir que algo está mal, eso es atributo de los señores, los patrones, los comandantes, los armados, los jefes. Hacerlo es ser revolucionario.
La supuesta existencia del presunto enemigo es suficiente argumento para iniciar acciones de control y vigilancia. El enemigo NO EXISTE. El Mito del ENEMIGO es la base uno, el primer pie y la primera pierna sobre la que se levantan el cuerpo de la guerra. El otro, base dos, es el control cultural sobre la circulación de la vida tras una relación social llamada de Mercado o mejor Capitalista.
Llegaban cifras a las manos. Teníamos que preocuparnos que llegaran a nuestras manos para pagar, para vivir. De no hacerlo te desalojaban, te cortaban el suministro de la vital agua, te impedían el acceso a suministros vitales para alimentarte, te cortaban los servicios de comunicación. No te transportaban. No te daban vestido. Calle llamaron a ese lugar. Allí el suelo era horrible, no era bueno. Pasaban cosas terribles.
En caso que quisieran tus tierras, casa, posesiones, personas, animales o cosas te podían ofrecer algo a cambio o simplemente obligarte a abandonarlo todo. Los asesinos son ladrones que recaudan para su señor, todo se hacía por el Dinero. Estaban en el campo, en los pueblos, en las ciudades, en las calles, en los lugares de trabajo y estudio, rondaban los negocios, las tiendas, hacían lo que fuera por conseguirlo.
Los asesinos eran máquinas de guerra que iban por ahí causando malestar en la demás gente, insultándola y maltratándola. Esa gente por lo general se emborrachaba con bebidas alcohólicas, utilizando sustancias, buscando sacar el demonio de adentro y cometer así los crímenes sangrientos y masivos que ordenaban sus jefes. Ellos ignoraban los planes de sus jefes porque nunca fueron a la universidad, no les gusta leer ni estudiar, ni nacieron de familias oligárquicas, o hacían parte de una de esas familias que logró conseguir y acumular dinero en alguna de las bonanzas del país como pago de algún comercio ilegal o legalizado, ellos sólo sirven a la muerte. Los asesinos son legales, otros ilegales, con uniformes o sin ellos siempre llevan consigo algún tipo de arma, unos sirven a otros en organizaciones y cuerpos armados, son entrenados en escuelas para el abuso sobre las gentes no armadas, esos son la mayoría, otros trabajan para ellos mismos, esos a veces son buscados por los otros para reclutarlos o matarlos por ladrones, jaladores de carros, marihuaneros, bazuqueros, para quitarles el negocio, para cobrar por la seguridad de los locales comerciales, por la pinta, porque lo vieron en la calle después de las diez de la noche, porque le gustó la persona con la que iba, porque no quiso saludarle, por todo. Se rinde culto con sangre en el credo del dinero y la propiedad. Actuaban en nombre de hacer un bien, siempre reían porque sabían que servían al mal. Matar está mal.
Pudimos volver a ver la tierra. Babilonia se derrumbó ante nuestros ojos que eran los que soñaban.
La forma inmediata, diaria, en la que se construye lo que hoy llamamos capitalismo, se expresa por el control de tiempos y movimientos de las personas, en servicio de un estado mental que encierra a las personas en un diálogo-monólogo moral en relación con la manera en la que conseguimos el llamado Dinero, de obligatoria circulación. Sistema de trueque bajo un código común monopolizado para el intercambio de bienes y servicios. La mayor parte de acciones individuales cotidianas no utilizan dinero, como fuese la aspiración de la mentalidad capitalista, aunque ninguna de ellas esté por fuera del control absoluto de la persona física durante todo su ciclo vital en los territorios en los que esta forma de relaciones sociales, denominadas de mercado, imperan. Por otra parte es una producción de objetos, cosas, servicios, bienes y principalmente la producción cultural de la propiedad privada, que atenta contra la vida humana y las de todas las especies por la producción tóxica de alimentos, reemplazando nutrientes por colorantes y saborizantes, sometiendo al individuo al consumo químico de los complementos necesarios para mantenerse saludable. La intoxicación humana y planetaria trae consigo consecuencias devastadoras, productoras de basura, contaminación, enfermedad y más muerte.
Culturalmente el registro, los registros, las pruebas, los impresos, la escritura, son el código exigido y exigible para la realización de actos sociales vitales. Desapareciendo el contacto directo entre las gentes para proveerse las necesidades vitales, fijando desde el cuerpo social llamado Estado la imposición de reglas de vida soportadas en la adoración irracional de las cifras. La matematización de la sociedad sirve como instrumento para desaparecer la relación sociovital persistente en cualquier acto sociocultural. El capitalismo es una máquina social de producción de escasez de relaciones sociales a nivel corporal individual y colectivo.
Pagamos por varias cosas. Pagar es el nombre del acto cultural capitalista en torno al que se articulan las funciones sociales de compra y venta. Para que nada cueste nada pagar, nada cobrar.