Por: Guillermo Andrés Castro Rozo, director El Macarenazoo.
Fecha de publicación: 22 de enero de 2016.
¿La historia se repite? 20 años después de que fueran anuciadas obras para el sector de Tres Esquinas, en Funza, tendientes a solucionar la salida del municipio hacia Bogotá por la calle 13, hoy se sigue informado de que por fin la construcción de un paso vehicular en el sector será una realidad.
En 1996 se inició la operación de la concesión de la vía Bogotá - Facatativá - Los Alpes (67 kilometros), a cargo de CCFC S.A. A través de mecanismos como peajes y presupuestos de la Nación se proyectó la realización de una gran vía que uniera la ciudad con el occidente, y entre las diferentes obras consignadas, estaba la de la construcción de la salida de Funza a la altura de Tres Esquinas.
En el 2001, el diario El Tiempo iniciaba su edición con el titular "Vía Faca-Los Alpes sigue estancada", y daba cuenta de demoras en la ejecución de las obras que CCFC había proyectado sobre la vía, e incluso enunciaba la protesta social originada en la sabana de Bogotá por la imposición de los peajes. Dificultades de tipo financiero y jurídico hacían que para entonces el Instituto Nacional de Vías (Invías) no pudiera garantizar las obras en conjunto con CCFC.
En 2010, Caracol Radio daba cuenta ya de quince años de demoras en las obras de la vía. Increíblemente, las cifras para ese entonces daban cuenta de que sólo el 40% de lo proyectado estaba ya finalizado. Ahora el Invías no era el encargado gubernamental de la infraestructura víal ni de las partidas presupuestales; en su reemplazo se encomendó al INCO (Instituto Nacional de Concesiones) esa función de interlocución con CCFC. Para entonces se informaba que en "dos o tres años" se estimaba "que la totalidad de las obras de construcción de la doble calzada de la vía Bogotá – Facatativá – Los Alpes" estarían listas, informaba Caracol.
En junio de 2014, y como aún no se daba el 100% de cumplimiento en las obras, se anunció a través de los medios de comunicación locales que "Funza recuperó su salida en Tres Esquinas y los municipios de Occidente lograron complementar sus obras viales sin tener que modificar la tarifa del peaje como lo pretendía la concesión CCFC S.A.," así escribió el periódico La Tribuna en esa época. Adujeron que el "triunfo" de la concreción de las obras se adjudicaba al entonces alcalde de Funza Jorge Machuca. Para ese momento toda la sabana occidente pensaba que se convertiría en realidad el magno titular de ese medio escrito: "¡No nos dejamos joder!" Y pese a que pasó un semestre sin ningún avance en materia de obras, la asistencia del vicepresidente German Vargas Lleras a la zona firmando la obra del "interconector de Tres Esquinas" – como dijo en su cuenta en Twitter el 16 de diciembre de ese año – mantuvo la ilusión de un pueblo.
El 2015 fue para el electorerismo y la consolidación de poderes regionales a través de las elecciones locales: no hubo tiempo para hacer obras. El año pasado no se hizo nada sobre el famoso interconector en Tres Esquinas.
Y ya en posesión de su nuevo cargo, Jorge Rey, gobernador de Cundinamarca, recién dijo, el pasado 19 de enero, que la ANI ( Agencia Nacional de Infraestructura) "anunció que se dará inicio el 4 de julio a las obras de construcción del puente de Tres Esquinas."
Hace 21 años el gobierno nacional de la época estaba cediendo el control de una vía pública departamental a una concesión que siempre ha sido regida por la misma persona, María Margarita Botero. En CCFC hay intereses de grandes corporaciones, entre ellas incluso la de Bancolombia, que tiene participación en la sociedad privada. CCFC ha tenido el control total de la vía desde 1996 que inició operaciones, no sólo con las obras que dos decadas después no ha terminado, sino con el cobro de los peajes. Sin embargo durante su existencia su interlocutor gubernamental ha cambiado en tres ocasiones: en un principio fue el Invías, después el INCO y hoy por hoy la ANI.
Después de tantas ilusiones desperdiciadas, el pueblo ya descree de los pastores del rebaño, quienes tienen la fea costumbre de decir mentiras. Hoy hay un nuevo pastor, de la misma línea del detenido en La Picota, pero la moraleja es clara, como en la fábula de Esopo: al mentiroso nunca se le cree, aún cuando diga la verdad. De todos modos la verdad sólo podría ser comprobada con un nuevo amanecer.
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El autor ha seguido de cerca este tema en años anteriores. Mirar otros artículos al respecto:
EL MACARENAZOO - AMPLIACION DE CONCESION FACATATIVA BOGOTA ES UN CIRCULO VICIOSO