Por: Estudiantes y egresados de la Facultad de Ciencias y Educación Universidad Distrital.
Fecha de publicación: 9 de mayo de 2014.
En el contexto de la situación compleja que vive en la actualidad la Universidad Distrital y en ejercicio del derecho a la protesta, el pasado miércoles 30 de abril, en la sede Macarena, se adelantó una jornada estudiantil que derivó en enfrentamientos con el ESMAD de la Policía. Sucedió que, cuando la fuerza pública se empezó a retirar de las inmediaciones del campus, un reducido grupo -conformado por no más de veinte encapuchados-, después de proferir amenazas de muerte y destierro, procedió a agredir con papas bomba y piedras a la estudiante de Licenciatura en Matemáticas, Lyzeth Rincón y a un particular que salió en su defensa. Este hecho, que se prolongó por espacio de varios minutos, fue presenciado por funcionarios de la Alcaldía de Bogotá, la Personería, los gestores de convivencia de la Secretaría de Gobierno, funcionarios de Bienestar Institucional, incluido su director, como también por periodistas adscritos a varios medios de comunicación, miembros de la comunidad universitaria y habitantes del sector.
Por supuesto, dicha acción execrable no fue respaldada por la inmensa mayoría de personas que protestaron ese día. Por el contrario, desde el mismo momento de la agresión, ante semejante expresión de vandalismo criminal contra personas inermes se suscitó una corriente de condena que se hizo extensiva por el uso abusivo que unos pocos le dieron a la protesta legítima de esa tarde. Sin embargo, este incidente se torna de una gravedad extrema dado el conjunto de circunstancias que lo antecedieron. En efecto, el insulto contra los estudiantes que no están de acuerdo con que se produzcan bloqueos de manera inconsulta en las sedes para que la gente se movilice como si fuera ganado detrás de unos sospechosos lideres que se creen en el derecho de decidir por todos, para terminar negociando con el poder puestos y prebendas para ellos y sus amigos. El asalto grotesco perpetrado contra murales elaborados por artistas de la Facultad de Ciencias y Educación para reemplazarlos por siglas militantes que solo importan a quienes atentan contra la creación artística. Las lesiones producidas al estudiante Sergio Alexander Rodríguez Ortiz, de Licenciatura en Sociales, con un artefacto explosivo arrojado por encapuchados el semestre anterior en la plazoleta La Aburrida. Además, la agredida, la compañera Lyzeth Rincón, con un colectivo independiente de estudiantes y egresados viene adelantando desde hace varios semestres una investigación, que apunta a demostrar la complicidad existente entre grupos políticos y funcionarios de la Universidad en torno a varios hechos de corrupción que involucran el desvío de cuantiosos recursos...
Un caso concreto que ya había generado hostilidades durante los días anteriores a la agresión, consistió en la exigencia de claridad respecto a las razones y las normas legales que invocaron quienes por iniciativa de Bienestar Institucional, y con dineros destinados a la educación pública, financiaron varios buses para que el movimiento político Marcha Patriótica desplazara centenares de sus militantes a la ciudad de Cartagena. De igual manera, en los debates adelantados en el Concejo de Bogotá sobre la problemática de la Universidad Distrital, Lyzeth fue la vocera de sectores estudiantiles que sabemos que la politiquería de derecha y de izquierda han sido socios tradicionales del saqueo que ha sufrido la institución. Que creemos que más allá de ficticias poses radicales y discursos demagógicos lo que en realidad se requiere en estos momentos tan difíciles para nuestra Universidad son argumentos, iniciativas inteligentes y, sobre todo, una exigencia innegociable de esclarecimiento respecto a las causas, las consecuencias y los responsables de la crisis estructural que ya nadie puede negar. Así que se equivoca esa cobardía que pretende esconder su culpa detrás de un trapo en la cara o un escritorio oficial. Esa verdad a la que temen, mucho más temprano de lo que ellos se imaginan va a ser conocida por la sociedad.
* Foto Archivo.