Por: Guillermo Andrés Castro Rozo, Opinión.
Fecha de publicación: 7 de mayo de 2016.
David Perdigón, concejal de Facatativá.
¿El autoproclamado concejal animalista de Facatativá David Perdigón estaría promoviendo faltas a la Constitución Nacional?
Después de que se revelaran las notas, las denuncias y los comentarios ciudadanos alrededor de su injusta actuación como funcionario público contra una persona al que tildó de "hijueputa" (Leer la noticia), el honorable concejal podría estar faltando a la rigurosidad jurídica que dictamina la carta magna. Publicó el concejal que en su opinión son "pseudoperiodistas amarillistas" los que publicaron las notas sobre su actuación salida de cabales. Señaló también que otros medios de comunicación sí son "profesionales profesionales" en alusión a uno que publicará la entrevista completa con él sobre sus arbitarias actuaciones el día anterior, y que al parecer se configuraría como un programa que limpie la imagen negra del concejal.
En alusión a estos comentarios hay que decir:
1. El concejal sigue reflejando su malestar frente al pensamiento diferente. a la oposición democrática y al mismo sentido común.
2. Pretende delimitar las características de los medios de comunicación y los periodistas, cuando la Ley es muy clara al señalar, en el Artículo 20 de la Constitución Nacional: "Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura." Es decir, cualquier persona puede ejercer las funciones de un periodista al crear un medio de comunicación. Entonces no existen, como lo pretende señalar falazmente los "profesionales profesionales" y los "pseudoperidistas." ¡Un concejal no puede estar diciendo quiénes sí son medios de comunicación y quiénes no!
3. Lo anterior recae en el macartismo a la comunicación alternativa. Un macartismo que obedece a los intereses políticos de las élites locales.
4. Es totalmente contraproducente que el concejal más votado de Facatativá esté promoviendo actos de censura, prohibidos por la Constitución Nacional, al provocar el odio contra la persona agredida por él, anunciandole incluso demandas en su contra.
5. Y es más contraproducente que sea precisamente un concejal el victimario, toda vez que se supone su función es la de legislar en beneficio de toda la ciudadanía, basados en los instrumentos jurídicos que la carta magna y las leyes del país le otorgan.
Es evidente que acá hay una motivación al desprestigio a la oposición democrática seria en el municipio. Mientras el concejal anunció demandas, que no hizo hoy, sí las hizo el afectado ante la Fiscalía General de la Nación; y esto ya da cuenta de acciones en el derecho que trascienden lo abstracto de las redes sociales. ¿Qué opinarán los que abrazaron en campaña - y aún hoy - a Perdigón, como el diputado Gian Carlos Gerometta o el gobernador Jorge Rey, o el alcalde de Facatativá, Pablo Malo? ¿Están de acuerdo con tratar al opositor de "hijueputa"? ¿Será que ellos permitirían que se les tratase de "hijueputas" sólo porque estamos abiertamente en desacuerdo con sus actuaciones políticas; o más bien damos un debate de altura que respete al ciudadano? ¿Será que si le decimos en la calle a Perdigón que es un "hijueputa", y lo justificamos a través de un comunicado, él nos aceptará que somos simples seres humanos que nos dejamos llevar por nuestras emociones? Lo más seguro es que si el hijueputazo hubiera venido desde el lado izquierdo, la andanada de críticas las estarían profiriendo los apologistas del poder.