Por: El Libelo
Este títere de carne y hueso, es decir, un impostor, llamó a una papayera (nada inusual en este tipo de actos) para que le amenice su gala triunfalista, pues se vaticina como segura estrella en la carpa estelar del circo nacional. Sus colores lo revelan como un típico godo, que no desperdicia oportunidad para escupir toneladas de basura convertidas en afiches, pendones, pasacalles, calendarios, y cuanto papel sea lucrativo donde su foto de superestrella aparezca, claro, con su número y su logo oficial. Muchos otros títeres han hecho lo mismo. Incluso uno ha conseguido el apadrinamiento del domador estrella, de la figura estelar de un circo pequeño, pero lujoso (donde la madre de éste parece estar más dedicada a amaestrar un insulso auditorio que a trabajar en pro del gusto del público). No ha perdido oportunidad para escupir mentiras, falacias, falsas promesas, dádivas, abrazos, besos, fotos, etc., todo cuanto tenga a bien para ganar un buen puesto en el circo nacional.
Lo malo es que muchos espectadores se han aburrido de la misma función, y se han retirado de esas gradas de injuria y corrupción. Ahora desean crear algo más llamativo, no un espectáculo, no un show, quieren tomarse el circo, para así poder levantar una nueva carpa itinerante, sofisticada, elegante, y por qué no, con títeres de verdad, con domadores fieles con el público, con ilustres figuras que piensen en lo que desea y gusta el público. Por eso desde estas letras, nos unimos a ese llamado, y convocamos para eliminar de nuestro municipio todos esos focos de suciedad, y el establecimiento de circos convencionales, con los mismos colores, con las mismas propuestas: la misma función en el mismo horario. Es hora de crear nuestro propio rumbo. Quitemos todos esos pasacalles, pendones, avisos, etc., que anuncian la llegada de esos circos llenos de mentiras y títeres impostores, no compremos boletas, ni aceptemos las entradas gratuitas, pues de seguro al entrar nos será muy difícil salir de la carpa. No entremos, caminemos en las calles, construyamos verdades, y rotemos la información…