Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

COMUNICADO A LA COMUNIDAD EN GENERAL.

Manizales, 20 de Noviembre de 2008

La eliminación del pensamiento crítico se ha convertido en una política de Estado para perpetuar el orden de cosas establecido. Son muchas las voces que a lo largo de la historia nacional se han pronunciado frente a las arbitrariedades del sistema económico, político y social en el que no parece haber lugar para la disidencia. La posibilidad de reinventarse el mito, de reconstruir la historia y de habitar el mundo desde formas diversas parece conminarse al terreno de lo impensable, de lo innombrable, de lo indecible.


Sin embargo, la apuesta es por negarse a la extinción, por hacer tangible la inconformidad, por visibilizar el malestar generalizado producto del señalamiento y de la estigmatización a la posibilidad de disentir. Este pronunciamiento no implica sólo un nombre, no es un sólo cuerpo, son muchos cuerpos sometidos al control de los pensamientos, de las voces, de las sensibilidades. Es toda una sociedad sometida al silencio, a la desaparición de la escena, a la extirpación de lo otro, de los otros, de los nadie, de lo marginal.

Es por eso que como estudiantes de la Universidad de Caldas queremos manifestar nuestro rechazo vehemente a la persecución sistemática de la que vienen siendo víctimas estudiantes y docentes de las Universidades públicas del país. Sabemos que nuestros relatos frente a esto son manifestaciones concretas de una problemática nacional, de una política del gobierno en la que toda sospecha, toda negación, toda contradicción es culpable per se y ellos se encargan de demostrarlo aún contra toda presunción de inocencia y empleando todos los mecanismos jurídicos, políticos y mediáticos a su disposición.


Prueba de ello son los reiterados llamados del presidente Uribe a la fuerza pública para que ingrese sin la menor justificación a las universidades públicas, al igual que a los "fiscales de la patria" para que judicialicen estudiantes y profesores universitarios. Sin duda la muestra más fehaciente del autoritarismo y de la persecución que ha emprendido el gobierno en contra del pensamiento y la reflexión, como es el caso del nuevo fiscal especializado de la unidad contra el terrorismo, Jorge Iván Piedrahíta Montoya, quien se ha caracterizado en Cundinamarca por diseñar falsos positivos, realizar allanamientos vestido de camuflado y armado, sobornar testigos y forzar el desplazamiento de muchas personas y quien, ostentando la representación de civilidad y justicia, ordena revisar las bases de datos de las universidades del país en busca de historias de vida llamativas que puedan ser relacionadas con la militancia guerrillera. Orden que, por supuesto, fue rechazada tanto por algunos de sus colegas en la rama judicial como por los rectores de las universidades quienes, con indignación, calificaron la medida como desproporcionada y persecutoria.


En medio de esta lógica de reclusión a los académicos destacados que se piensan la Universidad más allá de la contemplación y de la reproducción mecánica de las teorías, que asumen la producción y difusión de conocimiento (función misional de nuestra Universidad) como una apuesta vital y que logran cautivar a sus estudiantes a partir del ejercicio investigativo y de la apropiación de las herramientas que da la academia para repensarse las formas del habitar, es detenido el profesor de filosofía Jaime Alberto Pineda.


El jueves 13 de noviembre el docente Jaime Pineda fue detenido por miembros del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en horas de la noche cerca a la instalaciones de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas. Al día siguiente es trasladado a la ciudad de Bogotá por solicitud de la Fiscalía General de la Nación.


A nuestro profesor se le acusa de "rebelión", delito por el que ya había sido procesado en la ciudad de Manizales en el año 2007 y del que no fue declarado culpable por ausencia de un acervo probatorio suficiente. Es así como el juez de conocimiento considera innecesaria la privación de la libertad bajo medida de aseguramiento intramural, dado que no se hallaron evidencias materiales suficientes que justificaran su reclusión en un centro penitenciario.


En el proceso por el cual fue nuevamente detenido se le imputan los mismos cargos, lo cual constituye una vulneración flagrante al debido proceso. La Constitución Nacional estipula que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo hecho (Articulo 29 de la Carta) máxime cuando el primer proceso no culminó y se dilató en varios aplazamientos injustificados del juicio que establecería su inocencia o culpabilidad. Sin embargo, el día 19 de noviembre el juez negó la apelación del abogado defensor al habeas corpus, mecanismo de garantía procesal y de protección de la libertad personal (C-301/93) siempre que se considere que la vulneración de ésta se produjo por detención arbitraria de autoridad no judicial y/o mientras la persona se encuentre ilegalmente privada de su libertad por vencimiento de los términos legales respectivos.


Confiamos en el criterio del juez para reconocer las inconsistencias en el debido proceso y para otorgarle la libertad a nuestro docente lo más pronto posible. Su ausencia se siente en los lugares por los que transitamos cotidianamente, su voz convierte nuestras aulas de clase en espacios para potencializar la vida, no para ahogar la diferencia. En él encontramos una propuesta coherente de Universidad en la que sus textos, su discurso, sus apuestas estéticas se orientan a la consolidación de un proyecto de universidad fundamentado en la investigación como escenario para deconstruir y reconstruir la academia y la sociedad, un espacio que forma parte de su ser y al que le ha aportado de forma disciplinada e invaluable desde diferentes grupos e instancias dedicadas a la investigación como el CEDAT, el Grupo de Trabajo ambiental GTA de la Universidad Nacional sede Manizales y "Superficies Poéticas", grupo de reflexión filosófica fundado por él mismo.


Así mismo nos oponemos fehacientemente a las publicaciones y pronunciamientos por parte de algunos medios de comunicación como la revista SEMANA que de manera irresponsable asumen la culpabilidad de Jaime Pineda sobre hechos que no se le han demostrado, lo cual atenta contra su integridad y su presunción de inocencia. Este tipo de publicaciones contribuyen sustancialmente con los señalamientos a personas inocentes a las que, sin ser condenadas por un delito, se les muestra como delincuentes que representan una amenaza para la sociedad.


Esperamos que cada vez sean más voces, más manos, más pieles, más cuerpos, más sensibilidades apoyando a Jaime Pineda y a todos aquellos que han sido víctimas de la persecución del Estado. En espera del pronto regreso de nuestro docente y de todos aquellos que aún creen que la reinvención del mito no es sólo posible sino necesaria.


Estudiantes de la Universidad de Caldas.


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