Por: Sergio Vargas. Opinión, especial EL MACARENAZOO.
Fecha de publicación: 30 de agosot de 2009
La Asamblea General de la Facultad de Ciencias y Educación de la UD, desarrollada el pasado viernes 28 de agosto, decidió, entre otras, que el Kurríkulo Alterno (KA) se siguiera aplicando para las clases de este lunes 31, lo que implica que los profesores están obligados a disponer de su tiempo normal de clases para la discusión política de los problemas que atañen a la universidad. El producto de esas discusiones será tomado como insumo de debate para la Asamblea que se realizará desde las 10 a.m. en la Macarena A, con la presencia de la mayoría de directivas de la universidad.
Para un efectivo desarrollo del KA no basta con implementarlo por un par de días (ya que el viernes también se desarrolló en algunos espacios académicos), a largo plazo se piensa en consolidarlo como una política institucional, donde desde la parte curricular oficial se establezcan lineamientos para que en los espacios normales de clase se pueda hablar libremente y con estudio de fondo sobre temas concernientes a la administración, manejo y control de la universidad. Un problema que tiene la implementación apresurada del KA por estos días es la falta de documentación sobre los temas que se discuten, y por ende, la falta de compromiso de profesores (que en su mayoría son temporales) y estudiantes por igual. Las discusiones lamentablemente han girado en torno a opiniones ligeras y sin fundamentos teóricos que permiten demostrar que desde la base existe un desconocimiento amplio sobre el funcionamiento interno de la universidad; además, se incluye que hay una amplia desinformación sobre temas que en la práctica serían de obligatorio conocimiento.
Para que haya un KA más funcional, más incidente, se requiere que, al igual que en las clases tradicionales, poseamos conocimientos sobre libros de texto en común, y en este caso, lo que hace referencia al Plan de Desarrollo de la universidad, el Plan Trienal, los informes de cuentas de la facultad y de las dependencias de la UD, la correspondencia, etc. Esos libros de texto base no están, y por ello muchos creen que en las políticas institucionales de la administración, por ejemplo, está el “traslado temporal” de la sede, y exigen que “haya claridad sobre cuánto tiempo se estará afuera y cuándo se regresará”, a lo cual el documento sobre la Rendición de Cuentas 2008 de la UD es claro: Según un organigrama que se presenta allí, la Facultad en un principio será dividida en términos administrativos (carreras de ciencias y por el otro carreras de educación), y trasladada a la Aduanilla de Paiba, o Matadero Distrital. En el mismo bosquejo la Macarena A y Macarena B, quedan como sede de la Facultad de Artes ASAB y para la instalación de los laboratorios de la facultad de medio ambiente, respectivamente. Entonces, como se nota, en el papel está plasmado un traslado total y no un reasentamiento temporal como muchos piensan. Es necesario exigir que sean entregados esos documentos como materia de debate y estudio al interior de las aulas de clase.
Este mismo lunes se efectuará una rendición de cuentas por parte de la administración, según lo acordado en la Asamblea general del pasado jueves 27. Rendición de cuentas que ahora sí se da en un espacio natural de la UD, y no como el evento que se realizó hace cerca de tres semanas en la Biblioteca Nacional, donde una ínfima cantidad de personas asistieron. Desde este espacio académico (Periódico El Macarenazoo) seguiremos informando, proponiendo, discutiendo y dando el debate, por eso saludamos el hecho de que muchos estudiantes hayan realizado su deliberación interna y planteado soluciones, pero vemos con preocupación, desconfianza y escepticismo los resultados de esas discusiones, ya que según lo escuchado el pasado viernes, las medidas o soluciones van encaminadas más hacia el carácter policivo de la academia y no propositivo ni constructivo de la misma. La UD no es un territorio independiente de la ciudad ni del país, por ello las discusiones sobre seguridad, droga, etc., deben verse a la luz de lo glocal (entiéndase: la política global que se manifiesta en lo local), y no sólo como hechos y situaciones que ocurren de la puerta principal hacia adentro, aislados de la sociedad. No sólo basta con defender lo propio, sino construir proceso de unión también con los de afuera, y no restringir libertades que se han ganado en décadas de resistencia, derechos que se verían coartados con el hecho de aceptar cámaras, control tecnológico del carné, e incluso como se llegó a escuchar la instalación de “torres de control.” Discutamos con documentos, y a la luz de lo que pasa a nivel regional, nacional e internacional, no sólo desde el raigambre de la comunidad universitaria, con efervescencia y sin discreción, sino con firmeza, pensando también en el otro, y sobretodo proponiendo un futuro social con educación integral.