Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X
JUNTOS AVANZAMOS FABULA EN CUATRO ESCENAS
Por: Guillermo Andrés Castro Rozo.
Fecha de publicación: 1 de junio de 2016.
Fecha de publicación: 1 de junio de 2016.
Primera escena: gracias a la presunta manipulación de votantes y hasta de creación de cédulas falsas; así como de la consolidación de un único modelo de representatividad política enmarcado y enmermelado por el mismo partido político en el poder durante los últimos ochos años; con una campaña increíblemente multimillonaria; con medios de comunicación aún más enmermelados y periodistas que convirtieron su oficio en negocio; con juntas de acción comunal cooptadas; y en general el reinado de un pensamiento único, logró mantenerse en la administración municipal, el mismo dogma; nuevo rostro, más barba, lo mismo de lo mismo.
Segunda escena: grandes cambios se anuncian; se multiplican las vallas; se evaden algunas responsabilidades políticas... El ungido ahora gobierna, y no piensa dar un paso atrás. Se dispone, entonces, a materializar en un Plan de Desarrollo la verborrea que en campaña y en el plan de gobierno contempló. La Ley le exige que debe construir el documento con la participación ciudadana. De tal manera que a la usanza de sus antecesores formaliza unas mesas de construcción escuetas, rutinarias, donde prime la velocidad y no se permita la interlocución real con otros miembros de la ciudadanía, interesados, entre otras cosas, con diferentes enfoques participativos: en lo ambiental, en lo cultural, en lo juvenil, etc. Sólo se puede escoger uno y sólo por una única vez, porque por su barrio no pasarán de nuevo... Cinco minutos para hablar, los cinco minutos de fama del pueblo. Al mediodía ya todo está finiquitado. ¿Y las ideas de la gente aparecerán en el Plan, señor alcalde? Siguiente escena..
Tercera escena: banda marcial, trajes de paño, corbatas a la moda... parece un remolino de rin rines renacuajo. El padre le da una bendición - que parece ser papal - al Plan de Desarrollo, listo para ser entregado al Concejo Municipal. Acá no importa que la Constitución hable de un Estado laico, acá primero se reza y luego se persigna. Himnos, show, actuaciones estelares, y entrega del documento al Concejo. El convidado de madera, el personero municipal, da la venia, parece como la bendición del cura de la parroquia. Ahora el discurso central: "un plan hecho por la ciudadanía," dice al actor. Alegría, regocijo, expectativa... ¿Qué dice el Plan?
Cuarta escena: de nuevo la banda marcial al escenario, más corbatas a la moda, y más chupas de boda. Los renacuajitos han crecido, pero ya están más quieticos, se aprestan a disfrutar de la fiesta en casa de doña rata; prometen francachela y comilona. El acto está consumado, el Concejo aprueba unánimamente el Plan de Desarrollo. Nadie del pueblo se enteró, de nada sirvió que se hayan hecho derechos de petición y exigido que publicaran el documento. Sólo un puñado de invitados están en la fiesta, es una primera graduación, parece una boda, un casamiento entre la corrupción y la magulladera política. Nadie se opone al matrimonio; pero muy pocos fueron invitados.. Tampoco hay cura en el altar; tenía que oficiar una misa con los colegios. No importa, con militares y policías a bordo, fotografos y periodistas enmermelados, ya hay suficientes testigos. Ahora la ciudad será el salón de baile y la luna de miel será el áréa de expansión urbana. Más de la mitad del pueblo dice no creer en el alcalde. Poco le importa.
¡El acto está consumado! No hay escena final aún, pero se han cerrado los telones. A la gente le dicen que la obra ficcional se llama Juntos avanzamos ¿Pero será que a este paso podrán comer los gatos y el pato cenar? Ya hay muchos ratones en la casa de doña Ratona, presidenta de Asojuntas, merodenando por ahí. Los gatos tienen hambre.... También saltan sapitos, ¡perdón!, ranitas, y de tanto saltar podrían terminar siendo engullidos por un pato hambriento de justicia.
Imagen ilustrada: Vanessa Madrid.
Fotos: tomadas de Alcaldía de Funza.
Segunda escena: grandes cambios se anuncian; se multiplican las vallas; se evaden algunas responsabilidades políticas... El ungido ahora gobierna, y no piensa dar un paso atrás. Se dispone, entonces, a materializar en un Plan de Desarrollo la verborrea que en campaña y en el plan de gobierno contempló. La Ley le exige que debe construir el documento con la participación ciudadana. De tal manera que a la usanza de sus antecesores formaliza unas mesas de construcción escuetas, rutinarias, donde prime la velocidad y no se permita la interlocución real con otros miembros de la ciudadanía, interesados, entre otras cosas, con diferentes enfoques participativos: en lo ambiental, en lo cultural, en lo juvenil, etc. Sólo se puede escoger uno y sólo por una única vez, porque por su barrio no pasarán de nuevo... Cinco minutos para hablar, los cinco minutos de fama del pueblo. Al mediodía ya todo está finiquitado. ¿Y las ideas de la gente aparecerán en el Plan, señor alcalde? Siguiente escena..
Tercera escena: banda marcial, trajes de paño, corbatas a la moda... parece un remolino de rin rines renacuajo. El padre le da una bendición - que parece ser papal - al Plan de Desarrollo, listo para ser entregado al Concejo Municipal. Acá no importa que la Constitución hable de un Estado laico, acá primero se reza y luego se persigna. Himnos, show, actuaciones estelares, y entrega del documento al Concejo. El convidado de madera, el personero municipal, da la venia, parece como la bendición del cura de la parroquia. Ahora el discurso central: "un plan hecho por la ciudadanía," dice al actor. Alegría, regocijo, expectativa... ¿Qué dice el Plan?Cuarta escena: de nuevo la banda marcial al escenario, más corbatas a la moda, y más chupas de boda. Los renacuajitos han crecido, pero ya están más quieticos, se aprestan a disfrutar de la fiesta en casa de doña rata; prometen francachela y comilona. El acto está consumado, el Concejo aprueba unánimamente el Plan de Desarrollo. Nadie del pueblo se enteró, de nada sirvió que se hayan hecho derechos de petición y exigido que publicaran el documento. Sólo un puñado de invitados están en la fiesta, es una primera graduación, parece una boda, un casamiento entre la corrupción y la magulladera política. Nadie se opone al matrimonio; pero muy pocos fueron invitados.. Tampoco hay cura en el altar; tenía que oficiar una misa con los colegios. No importa, con militares y policías a bordo, fotografos y periodistas enmermelados, ya hay suficientes testigos. Ahora la ciudad será el salón de baile y la luna de miel será el áréa de expansión urbana. Más de la mitad del pueblo dice no creer en el alcalde. Poco le importa.¡El acto está consumado! No hay escena final aún, pero se han cerrado los telones. A la gente le dicen que la obra ficcional se llama Juntos avanzamos ¿Pero será que a este paso podrán comer los gatos y el pato cenar? Ya hay muchos ratones en la casa de doña Ratona, presidenta de Asojuntas, merodenando por ahí. Los gatos tienen hambre.... También saltan sapitos, ¡perdón!, ranitas, y de tanto saltar podrían terminar siendo engullidos por un pato hambriento de justicia.
Imagen ilustrada: Vanessa Madrid.
Fotos: tomadas de Alcaldía de Funza.