Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

AMARILO EL ODEBRECHT DE CUNDINAMARCA

Por: El Macarenazoo.
Fecha de publicación: 15 de agosto de 2017.

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40 millones para cada uno de los principales candidatos a la Gobernación de Cundinamarca... una calca nacional de Odebrecht.

En un escándalo de corrupción se ha convertido el tema de la financiación por parte de Odebrecht a las campañas presidenciales de Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga: financiación ilegal, por debajo de cuerda y con sobornos han sido el pan de cada día. Ya incluso hay varias personas detenidas y en procesos de indagatoria por los aportes a tales campañas. En la sabana de Bogotá, al unísono, se ha revelado un entramado criminal de funcionarios públicos y particulares para cambiar los usos del suelo y modificar su vocación, con el fin de potencializar el costo de terrenos privados. Lo que no se ha dicho, es que lo que hasta ahora se ha revelado, parece tener una financiación tipo Odebrecht en lo local. Es, en específico, la constructora Amarilo.

Amarilo: cuando se gana por cara o por sello
La constructora Amarilo, que dirige el empresario Roberto Moreno, aportó una cantidad de millones exactamente igual a las campañas de la gobernación de los dos principales candidatos en 2015: Jorge Rey y Nancy Patricia Gutierrez. Pese a las diferencias de ideologías políticas que aparentemente ambos candidatos pregonaban, lo cierto es que Amarilo hace ver las diferencias como nimias cuando se trata de negocios. Basta mirar las cifras en Cuentas Claras del Consejo Nacional Electoral. Amarilo aportó a la campaña de Rey (de la línea de Juan Manuel Santos) 40 millones de pesos en calidad de donación. Y a la de Gutierrez (de línea uribista) también 40 millones, 32 en calidad de donación y 8 en calidad de contribución. En el caso de Rey, éste terminó recibiendo un total de 520 millones de pesos de aportes a su campaña a la gobernación por parte de varias constructoras e inmobiliarias. (Leer más)

La construcción, la locomotora del cambio en la sabana.

Amarilo había donado a la campaña presidencial del 2010 a Juan Manuel Santos 20 millones de pesos (Leer La Silla Vacía). El presidente, en 2013, asistió a la celebración del aniversario No. 20 de la constructora y le refirió a Roberto Moreno, gerente de Amarilo, que se vendrían nuevos negocios debido al déficit de vivienda que tenía el país, y que era parte de las “locomotoras de desarrollo” que tenía la nación (ver video). De ese año datan las principales modificaciones a los cambios del uso del suelo en la sabana. En Funza, por ejemplo, se realizaron los dos principales cambios – vía acuerdo municipal – entre 2013 y 2014. Y los negocios no se hicieron esperar: la locomotora comenzó a recorrer toda Cundinamarca de manera vertiginosa:

En Funza, bajo la batuta del alcalde Jorge Machuca, Amarilo construyó Altos del Gualí, un proyecto de vivienda de interés social, cuestionado por ocupar parte del humedal que lleva su mismo nombre. (Leer El Cambio Radical de Funza)

En Facatativá, el proyecto Hacienda Aguaclara, que contó con el respaldo institucional de la Alcaldía en cabeza de Orlando Buitrago. En plena época de escasez de agua en ese municipio, la Alcaldía apoyó la apertura de la obra, y a través de medios locales el alcalde salió a desmentir que el proyecto pudiese causar ausencia de vital líquido para los pobladores ya apostados allí (ver video). Recientemente, un Juzgado de Facatativá emitió un concepto contra Amarilo por construir en esa zona, que era de protección ambiental para el momento de su construcción de acuerdo al Plan de Ordenamiento Territorial vigente.

En Madrid, bajo la batuta del alcalde Giovanni Villarraga, Amarilo construyó su megaproyecto Hacienda Casablanca. En ese entonces, el propio gerente de la constructora estuvo presente en la entrega de un CAI – construido por Amarilo - al alcalde en esa zona (ver video). Villarraga hoy está encarcelado señalado de haber cedido un terreno público a intereses particulares, y de acuerdo a las investigaciones se podría tratar de este terreno donde Amarilo construyó.

La locomotora de construcción desenfrenada, con cambios del uso del suelo apresurados que aprobaron los concejos municipales de buena parte de la sabana, hoy tiene más cerca de la Justicia a los exalcaldes Machuca, quien es gerente de la Empresa de Licores de Cundinamarca; Villarraga, exsecretario de la función pública del departamento, cargo en el cual lo designó directamente el gobernador Rey antes de ser capturado; y Buitrago, quien se desempeña en la Contraloría departamental.

Los réditos son las obras

Como buen inversionista, Amarilo ha tenido las puertas abiertas a los proyectos que ha querido desarrollar en Cundinamarca. Aparte de los anunciados anteriormente, también realizó en Chía Valle de Luna y Hacienda Fontanar, que tiene su propio centro comercial; en Guasca, Refugio del Valle; en Ricaurte, Las Palmas; y en Soacha, Ciudad Verde, negocio que estructuró Eduardo Pizano de Narvaéz, exministro de Desarrollo. (conozca dónde más)

Las principales obras de construcción que hizo Amarilo las realizó en el periodo de los alcaldes que fueron fichas clave para el fortalecimiento de Jorge Rey, entre 2011 y 2015. Si ahora espera recibir la devolución del favor (donar a la campaña de Rey), ¿qué cambios podrán haber en toda Cundinamarca? ¿La locomotora no tiene frenos? ¿Hay corrupción? Se preguntan en Funza, cuna del gobernador, si la devolución del favor será la licencia para la construcción de apartamentos en la Hacienda Cacique...


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