Nuevamente la oligarquía y su Estado, en cabeza de Álvaro Uribe Vélez, deja al desnudo su esencia narcofascista al reprimir a sangre y fuego las movilizaciones pacificas populares en defensa de sus derechos negados y arrebatados por quienes hoy ostentan el poder, por medio de la esclavización de los trabajadores, la concentración de la tierra para favorecer terratenientes, realizado a través del destierro, la implantación del terrorismo de Estado mediante la conformación de grupos paramilitares –creados con ayuda plena de las fuerzas armadas del Estado colombiano- la expedición de leyes que atentan contra los intereses populares, la privatización de los derechos a la salud, a la educación, a la vivienda, y recientemente la imposición del "Estado de Conmoción Interior", que ampara descaradamente la violación sistemática de los derechos humanos, los derechos de los trabajadores y acalla las voces de protesta de millares de colombianos.
De este modo el Estado genera "confianza y seguridad" al capital transnacional permitiéndole enriquecerse a costa de la miseria de más de treinta y dos millones de colombianos y el saqueo y destrucción de la naturaleza. Dada la crítica situación del pueblo colombiano campesinos, obreros, estudiantes, educadores, usuarios de servicios públicos, indígenas y demás sectores populares se han movilizado pacíficamente en defensa de sus derechos y por la solución de sus necesidades vitales, para lo cual han contado con la solidaridad y el internacionalismo de los pueblos.
Desde el inicio de los procesos de movilización pacífica, el Estado y su Gobierno han dado un tratamiento militar con uso de material de guerra convencional y no convencional a la problemática social, hiriendo gravemente a un centenar de movilizados en el Valle del Cauca y Cauca y un sinumero de manifestantes detenidos y-o desaparecidos arbitrariamente por las fuerzas al servicio del Estado; han tildado de ilegales y terroristas a humildes labriegos, han obstaculizado y manipulado la justicia, han usado armas no convencionales explosivas con el fin de masacrar a los marchantes, han desatado una cacería indiscriminada contra toda humanidad que se les atraviese, han usado tacticamente los medios de comunicación para legitimar sus acciones de terror mostrando a los victimarios como victimas.
El paro de los trabajadores del poder judicial, la movilización del "Movimiento Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín Lame" en el norte del Departamento del Cauca, la concentración de protesta pacífica de indígenas de los municipios de Pradera, Florida, Jamundí, Buenaventura y Dagua en el deparatamento del Valle del Cauca, la protesta de los educadores, las marchas indigenas en el eje cafetero y choco, la inminente huelga del Gremio de los Transportadores, la movilización indigena en
Siguiendo el ejemplo de quienes hoy se han quitado la mordaza impuesta, invitamos a todas las organizaciones populares, democráticas y sociales a levantarse en contra del regimen de terror y por:
El cese de inmediato de la represión militar a las movilizaciones obreras, indígenas, campesinas y populares. El cumplimiento inmediato de los acuerdos del Estado con las diferentes organizaciones populares. La renuncia inmediata, desmovilización y sometimiento a una verdadera justicia del ilegal e ilegitimo presidente Álvaro Uribe Vélez. La realización de un acuerdo humanitario y la búsqueda de una salida política y negociada al conflicto social y armado que atravieza el país. La abolición del sistema de subcontratación a través de Cooperativas Asociativas de los corteros de caña, exigiendo la contratación directa colectiva por parte de los ingenios; mejores condiciones salariales y laborales; derecho a la seguridad social y reconocimiento del derecho a la huelga. La defensa del territorio y la soberanía nacional de los intereses del monopolio del capital transnacional que amenazan a los pueblos.
Sur Occidente de Colombia, Octubre 16 de 2008.
Coordinaciones Departamentales Nariño, Valle del Cauca y Cauca del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano PUPSOC