Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X
UNA PLAZA DE MERCADO ELECTORAL
Compra y venta de votos, paquetes, combos, promociones, permutas.
Por: Dagoberto Quiroga.
Fecha de publicación: 1 abril 2010.
El pasado debate electoral, demostró la descomposición a que ha llegado el ejercicio de la política y los negocios que hay detrás de ella.
Es posible que los 8 años de Uribe hayan dejado cosas muy buenas, pero también es cierto que quienes manejaron los hilos del poder en su deseo de perpetuarlo y aprovechando la ambición política de su líder, lograron acentuar más las costumbres políticas que prometieron erradicar.
La politiquería, el clientelismo, la corrupción, el fraude, el manejo descarado de los recursos del Estado para beneficio de unos pocos y la utilización de sofisticados métodos para afrontar la lucha antiguerrillera y “garantizar la seguridad democrática”, falsos positivos, desapariciones forzosas, desplazamiento de campesinos y demás violaciones de los derechos humanos, en lugar de disminuir, se institucionalizaron y ya son vistos como parte de la cultura política en donde “el fin justifica los medios”.
Los órganos de control perdieron toda su credibilidad, cayeron en una ineficiencia e ineficacia absoluta, están dedicados a repartir absoluciones y muy de vez en cuando agarran un chivo expiatorio.
En el debate electoral pasado se advirtieron toda clase de aberraciones electorales, ríos de dinero, compra y permuta de votos, fraudes, contratos, presiones, intervención en política de altos funcionarios a todos los niveles empezando por el presidente, gobernadores, alcaldes, campañas desde la cárcel, en fin una suma de conductas que colocan en vilo cualquier democracia.
Todo fue advertido, los medios publicaron videos, pero el Estado, el gobierno y las autoridades como los organismos de control no hicieron nada, todo vale y todo fue permitido, las denuncias y advertencias parecieron inocuas, nadie se inmuta.
¡Finalmente el Gobierno sale a pedir garantías electorales! , con un chorro de humo en contra del Registrador por “violar la ley seca.” "Fue una hecatombe electoral", dice el ministro Valencia Cossio, "la Registraduría no da confianza para las elecciones presidenciales en Colombia," señala el Presidente URIBE, compra de votos en varios departamentos denuncia la misión de la OEA, algunos candidatos quemados alegan fraude, la Registraduria denuncia complot, los escrutadores encuentran urnas con más votos que votantes, todos como niña que pone cara de virgen cuando se encuentra en cinta.
La lucha contra la corrupción requiere voluntad política. No más transacciones políticas y diplomáticas con los corruptos.
Si no se toman medidas estructurales y seguimos como vamos, no debemos extrañarnos que en las próximas elecciones de corporaciones, en plazas de mercado y en las esquinas de los semáforos en lugar de vender minutos de celular encontremos vendedores ambulantes en los diferentes pueblos y en los anuncios de mercado libre por internet, los siguientes avisos y comerciales:
Se compran, se venden o se permutan votos. Se ofrecen contratos y nombramientos. Candidato al Senado con buena cuenta bancaria compra ediles a buen precio. Se remata caspete en la picota por votos para un pariente. Oferta, facilidades, votos prepagos y post pagos. Jurados de votación ofrecen chocorazo al mejor postor. Ofrecemos compra y venta de paquetes completos.
Promoción: Votos para Cámara, senado y consulta en un sólo combo ¡aproveche! Pago de contado, en efectivo o en especie, permutamos bultos de cementos, tejas, pollos, tamales y almuerzos por votos, le encimamos la gaseosa. Se ofrecen avales para candidatos a cualquier corporación. Facilidades de pago. Dirigente comunal permuta votos por un contrato en la UTL. Edil ofrece votos para cámara a cambio de votos para concejo, Negociable.
Se venden y se compran cedulas. Se venden tarjetones y se encima una cedula. Pague uno y lleve tres. Ganga, Funeraria ofrece descuentos del 5% si nos deja la cedula del difunto. Si son más de tres encimamos una corona. Grupo de locos chéveres, ofrece sus votos por kilo de marihuana.