Segura indignación
Causa indignación ver cómo la única propuesta frente a la creciente delincuencia en nuestras calles es reclamar mayor presencia policial. Ese es el comentario de nuestro alcalde cada vez que queremos saber de los planes frente a seguridad. Todo queda reducido a un CAI móvil o a ciertos “operativos” en donde se buscan delincuentes, a los que incautarán armas, registrarán y dejarán salir unas horas más tarde.
Causa aún más indignación cuando se confronta esta situación con la liberación ordenada por el juez de Bogotá para el Indio, miembro de la banda de don Mario, y para Felipe Sierra, conocido empresario en vínculos también con el narcotraficante, quienes son testigos clave en el proceso contra el hermano del Ministro del Interior, Guillermo León Valencia. Hasta el mismo fiscal general se atreve a cuestionar su función: “O sobra el juez o sobramos nosotros, las autoridades de policía y los fiscales, incluso la misma Corte Suprema, que por los mismos hechos está encausando a un exdirector seccional de fiscalías (el hermano del ministro detenido desde hace unos meses)”.
Causa indignación que mientras dejan salir a paramilitares y sus amigos vinculados al gobierno. Profesores como William Javier Díaz y Miguel Ángel Beltrán son condenados a la picota pública por abrir espacios académicos para la construcción del pensamiento libre.
Causa indignación el hecho de que nos crean tontos invirtiendo nuestro trabajo y dinero en buscar delincuentes, cuando los mayores delincuentes son quienes han planteado las diferencias sociales, condenando a muchos a la pobreza y dando beneficios legales para unos pocos. No es acaso delincuencia tener la más alta tasa de desplazamiento en el 2008 con más de 3 millones de víctimas del conflicto armado en Colombia. No es delincuencia que la Ley de Víctimas promovida por grupos de víctimas y organizaciones defensoras de derechos humanos haya sido tumbada y en su lugar se haya promovido la versión del gobierno en donde las responsabilidades son mínimas y para que se de la reparación administrativa existirá un proceso burocrático criminal, que hará que los desplazados queden completamente abandonados en estas selvas de cemento.
Y también causa indignación ver cómo no nos indignamos, no sólo por todas las barbaridades mencionadas. Sino también por los crímenes cometidos contra nuestros hermanos indígenas del Perú en la cara de todas las naciones, destruyendo su bosque y masacrándolos para imponer sus tratados de libre comercio sin que aquí suceda nada.
"Sumando Voces" estará en sus manos en próximos días... Esté atento (a)