Por: Comité por la liberación de los cinco.
Fecha de publicación: 6 de octubre de 2012.
Bogotá, Colombia.
Una vez más, el Comité por la liberación de los Cinco, expresa su solidaridad al pueblo cubano, a las víctimas y sus familiares de la voladura del avión de Cubana de Aviación con el resultado de 73 víctimas mortales, el 6 de octubre de 1976: eran jóvenes deportistas cubanos, estudiantes guyaneses, delegados culturales coreanos y la tripulación.
Los autores materiales del crimen fueron los terroristas Fredy Lugo y Hernán Ricardo Lozano, reclutados por LuÍs Clemente Posada Carriles, anticastrista de origen cubano, vinculado a la CIA y propietario de una agencia privada de investigaciones en Venezuela, quien junto al terrorista, también de origen cubano, Orlando Bosch Ávila, planearon y organizaron este ataque. Éste último murió sin recibir castigo y Posada Carriles continúa libre en territorio norteamericano, protegido por el gobierno de los Estados Unidos.
Para evitar actos como éste, los cinco cubanos —Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González— monitoreaban las acciones de los grupúsculos terroristas acentados en Miami que impunemente han dejado víctimas en el territorio cubano, incluso, al interior de Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos que protege estos grupos, en lugar de encarcelarlos por ser un peligro para toda la sociedad y para pagar por sus crímenes, arrestó a los cinco héroes con unas penas crueles y sometidos a tratos degradantes en las prisiones.
Reclamamos la liberación de los cinco y la extradición a Venezuela de Luís Posada Carriles para que sea juzgado. En medio del dolor que nos produce recordar este crimen y lo peor, que los responsables no han sido juzgados, nos unimos a los millones de cubanos y cubanas y repetimos las palabras del comandante en jefe Fidel Castro Ruz durante el acto de despedida a los mártires: “No podemos decir que el dolor se comparte. El dolor se multiplica. Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”.