Por: Luís Guillermo Pérez Casas.*
Fecha de publicación: 23 de diciembre de 2013.
El Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, les desea para estas fiestas de fin de año y para el 2014, que sigan luchando por la vida digna para todos los seres humanos, cualquiera sea el espacio en el que se desenvuelvan. Rendimos homenaje a todas las personas que han sacrificado su libertad o su vida por defender la libertad o la vida de los demás.
Es oportuno citar a Nelson Mandela, un ejemplo de resistencia contras las peores formas de la exclusión y de la violencia, hablando de que su paso por el mundo no fue en vano y de que podría ir tranquilo a su tumba: “la muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad”.
Si personas como Mandela no fueran la excepción, sino el carácter regular de un ser humano con un mínimo de conciencia social, que supera el egoísmo para servir a los demás sabiendo que se dignifica a sí misma, que no se hinca ante los verdugos ni se somete a los corruptos, que reivindica plenamente sus derechos humanos y que realiza el mejor ejercicio de su libertad haciendo lo necesario para transformar su entorno, familiar, laboral, social, como comunidad o como país, la humanidad transitaría por caminos de paz y de justicia.
La vida digna es libertad, es justicia, es paz, es trabajo, es vivienda, es salud, es educación, es bienestar individual y colectivo. Por eso lucha la comunidad defensora de derechos humanos. Por ello recibimos con júbilo la conmemoración de los 40 años del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, los 25 años de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y de la Comisión Colombiana de Juristas.
Conmemoramos igualmente en 2013 los 35 años del CAJAR, con el lanzamiento de la película “Gotas que agrietan la roca”, un recorrido por la memoria de las víctimas, que no se resignan a ser víctimas, sino que se transforman en héroes que luchan día a día contras las peores formas de la adversidad y que merecen nuestro reconocimiento porque gracias a su amor social nos ayudan a avanzar en derrumbar los muros de la impunidad, de la arbitrariedad y de las violencias.
Con regocijo de igual manera recibimos la noticia del acuerdo político en La Habana entre el gobierno y las FARC. Seguimos reclamando un cese al fuego bilateral y el inicio de negociaciones con el ELN, sin embargo el gobierno sigue obstinado en la ambivalencia de su discurso, mientras pretende la reelección ofreciendo la paz como una gran oportunidad histórica para Colombia, continua profundizando el militarismo para enfrentar los conflictos sociales y la guerra para contentar a los belicistas.
Para culminar el año, se impuso la sanción arbitraria contra el Alcalde Mayor de Bogotá, que nos obliga a preguntarnos ¿cómo es posible que todavía esté a la cabeza del Ministerio Público un enemigo de la paz, de la justicia y de los derechos humanos? La Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General de la Nación, deben liberar a la Nación de este personaje dañino que actúa en contravía de los mandatos constitucionales y legales.
El CAJAR agradece a todas las personas y organizaciones que han contribuido a mantener y proyectar con fuerza y esperanza la reivindicación integral de la dignidad de las personas y de la paz de Colombia. En lo interno debemos agradecer en particular a nuestra compañera Olga Hernández quien nos acompañó hasta su pensión, casi un cuarto de siglo, con lealtad y honestidad a toda prueba reforzó el área administrativa llenándonos de cariño y de amistad. También a la periodista Adriana Cuéllar quien frente de la Oficina de Prensa, hizo un aporte invaluable durante los últimos 10 años para hacer visible nuestro trabajo y elevar la voz del conjunto del movimiento social. A todas y todos los profesionales que emprenden nuevos caminos, nuestro agradecimiento y reconocimiento.
Por último, nuestro amigo Alirio Uribe Muñoz, compañero infatigable de largas, dolorosas y esperanzadoras jornadas, quien dedicó también casi cinco lustros de su vida a esta institución y a este sueño común, quien aportó lo mejor de sí mismo a la consolidación de esta institución ha renunciado al CAJAR para continuar la misma lucha en el escenario político como candidato a la Cámara de Representantes por el Movimiento Vamos por los Derechos que encabeza otra figura emblemática de los derechos humanos, nuestro también amigo y candidato al Senado, Iván Cepeda. Ellos tendrán el apoyo popular de la gente que quiere la transformación de Colombia por la vía de la paz y de la democracia.
Soñemos en que el 2014 será un año de avances concretos por la paz de nuestro país y el bienestar de nuestro pueblo, pero sigamos acompañando dicho sueño con nuestra determinación más firme de vencer a los destructores de sueños y sembradores de la muerte. Que la vida nos sonría, porque estamos dispuestos a aportar nuestra alegría para que la felicidad sea la recompensa de nuestra lucha común. Felices fiestas y próspero 2014 en la construcción de la dignidad.