Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X

OLVIDO O ALINEACIÓN

Textículo para ser leído en el tercer ciclo de cine –el teatro en el cine- del club de cine y literatura Desparchad@s

Cuando iniciaba mi proceso de formación actoral, que por cierto nunca terminé, pues nunca llegué a ser actor, uno de esos directores con pinta de loco y pose de intelectual, además de vedet, figuretti y más tarde mercachifle, me hizo la pregunta, una de esas preguntas de rigor según los cánones y las formaletas que aún dirigen las artes escénicas, me preguntó que para mí qué era el teatro, respondí de inmediato, sin lugar a dudas, cotorreaba como loro, algo que de seguro había escuchado, me habían dicho o quizás tuve suerte y lo leí. Respondí desde mi visceralidad. El director mostró cara de satisfacción y yo me vi envuelto en ese maremágnum de pasión y técnica que puede ser el arte escénico.

Tiempo después maldije mi respuesta, era tan fatua como yo. Hoy le hago justicia a ese director por algún motivo que tiene que ver con el amor incondicional, hoy que se intenta propiciar espacios de encuentro con la ayuda de muchos, me miro al espejo y me digo: qué joven estás “canoso”, hoy que desparchad@s se ha convertido en una de las fuerzas de mi alma y que se construye como un punto de encuentro para reconocer al otro, defender la diferencia y luchar por la dignidad de todos desde la integración, interacción y creación, me doy otra respuesta sobre el teatro.

En mis últimos viajes, en buseta Servilujo por la ciudad de Pereira, una ciudad quebrada sin sur y sin norte de estratos, una ciudad donde la pobreza habita las alcantarillas y es regalada a los pueblos vecinos, me entero de lo que es el teatro y mientras viajo en buseta, charlo con el enano del lado, un verdadero actor, un héroe moderno que viste su peluca, su pimpón, calza sus coturnos y asalta el transporte público en busca de una sonrisa y una moneda con la que alimenta su familia, “una mujer más grande que yo -me dice- y unos hijos que parecen gigantes al lado mío”. Este enano actor y héroe no tiene nada que envidiarle a Brat Pit o a cualquier farándula, este enano actor y héroe no tienen nada que envidiarle al héroe que vestía su armadura y salía a la batalla para defender a los suyos. El enano, el manguero, el celador, las damas bien parecidas… son los verdaderos actores, además de héroes modernos, no se creen el papel, son el papel. Este enano es mi respuesta a años de teoría y técnica teatral, años diciendo que el teatro no es un género literario pues los integra a todos, el teatro y sus prácticas parateatrales como cuentería, etc., el teatro es rito, el teatro es la vida misma, el teatro, el teatro, el teatro, el teatro hasta en el cine.

Recorriendo Pereira de la mano de un enano, nos decidimos entrar en copas y el primer bar que vimos fue refugio para cagarnos en el teatro y ver el verdadero teatro, un teatro diferente a ese teatro de sala, calle o espacio alternativo donde el actor simula y no hace lo que debe hacer por el teatro mismo: cortarse las venas no para que le vean como heroico, sino para que sangre la escena.


Mi Amigo el Héroe y Actor

Una botella volando por los aires, el grito de una mujer bien parecida estallado en el espacio, el mesero sacando al ebrio, la riña callejera por la mujer bien parecida, la atención del enano y su invitación a sentarnos en otro lado, esa situación me parecía más espectáculo que cantidades de pólvora y otras cosas masificadas que sustituyen el susurro, la intimidad, el trance y la piloerección del arte escénico, de inmediato imagino un espectáculo del tótem y el tabú con penes gigantes y chochos de igual tamaño, le cuento a mi amigo y los dos reímos como enanos.

Allí, en la oscuridad del lugar y en compañía de damas bien parecidas comprendo que muchos de los que comparten la ilusión democrática, piensan que si tan sólo tuviesen un político honesto y ético en el poder, la cosa cambiaría pero es una gran falacia, tanto ese pensar como la democracia y el poder, porque por honestos y éticos que sean nuestros políticos, ninguno tiene la capacidad tecnológica y la incidencia sobre lo que hace funcionar nuestro mundo y nuestra sociedad, ¿y quién hace funcionar la sociedad y el mundo? Las corporaciones e imperios enmascarados en la religión, la política y el ejército, las corporaciones que manejan la riqueza del mundo y les importa un cuerno la política y demás, les importa su economía, no se preocupan por el medio ambiente aunque publiciten lo contrario e inviten a través de comerciales a que compren y consuman para su beneficio, así aplican el mecanismo de escasez para aumentar beneficios, ellos contaminan el agua y luego la embotellan y la venden, ellos promocionan tribus urbanas y escases –extinción- de ciertas razas para vender todo lo que caracteriza a esa raza o tribu y vencer tras la división, ellos producen, publicitan y venden a aquellos que no quieren esa muerte falsa, creada solo para el consumo y cuántos no se pelean entre sí a sabiendas que somos tan sólo seres humanos sin importar nada más, pero así nos manipulan y alienan y de paso nos dan la pastilla para olvidar y no repeler el ataque desde la acción, unidad y creación.

A quienes intentan hacer teatro los tildan de locos, miserables y quién sabe qué más y muchos se vinculan al teatro para ser tildados de locos, miserables y quién sabe qué más, yo les preguntaría si lo hacen por moda o porque se cortarán y sangraran la escena.

Y así La creación de Cárceles – para aquellos que no tuvieron más que convertirse en delincuentes con el fin de conseguir lo que le mostró la valla publicitaria- y Manicomios – para aquellos que vieron algo más allá de la cortina de humo- no demuestra la incapacidad de nuestros gobernantes para gobernar, no son capaces de atacar los puntos neurálgicos que agobian al humano y lo convierten en deschavetado o delincuente. Y si no son capaces con esto mucho menos con un estado que no existe.

Luego de la trascendente charla con mi amigo, salimos del bar, dejando a las damas bien parecidas con ganas de un rinconcito en nuestros altares, pero no, la casa y sus gigantes esperan al enano y la calle me invita a concluir mi camino, me despido de abrazo y él me promete una risa cuando nos volvamos a encontrar.

Ese día, no hace mucho comprendí que no era el teatro, no era alienación, olvido y automatismo, no era división, escases, compra-venta, no era muerte de los sentidos, no era ver solo con ojos, no era dos sentidos, no era solamente una sala, una calle o un espacio alternativo, no era facilismo, no era sencillez de creación, no era una acción así sin más, no era una acción sin su grado de ficción, no era un espectáculo farragoso y sinsentido, no era sólo rito y juego, no era consumo, no era formaleta y cánon, no era la vida misma, no eran técnicas y teorías arrastradas por el materialismo intelectual, el teatro no era y por ello en desparchad@s se lanza este tercer ciclo de cine denominado El Teatro en el cine, esperamos no encuentren sólo esa visión arcaica e irrespetuosa de una obra teatral –un libreto- adaptada al cine, pues el teatro no es la pantalla, esperamos encuentren un algo que explique lo que es el teatro, que levante una reflexión sobre este arte en el cine y que cada quién construya su verdad sobre esto o aquello y no se dejen infundir verdades, este ciclo, este textículo es solo un referente, bueno o malo me importa un cuerno, ustedes son quienes encuentran. Esperamos además –y ante todo y ante nada- su disfrute y goce al igual que el enano disfruta y goza saliendo de casa con su armadura.

Para aquellos que se preguntan entonces qué es el teatro, podría decirles que el teatro es situación, sí, una situación cualquiera que sorprende y seduce, una situación sin creernos el papel y sí, siendo ese papel, ser más que creer, el manguero es, él no se cree y para ser, es necesario una acción dentro de una situación con un grado de ficción, además de una exploración que haga justica a los demás sentidos; por eso hay quienes simulan ser y de paso tragan todo lo que venden y olvidan, todo lo que fueron y no hay acción, ni situación ni verdad en lo que hacen, no hay que desgastarse en búsquedas e intelectualismos hay que encontrase, nosotros apenas nos estamos encontrando, reconociendo y caminando juntos para crecer a nuestro ritmo - aunque pensándolo bien, aun no sé qué es el teatro, aun sigo esperando un encuentro con un gigante.

Bienvenidos al desparche, bienvenidos al tercer ciclo de cine
Mario - Abril 01 de 2010
Modificado el 04 de abril de 201

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