Comunicación Alternativa // ISSN 2145-390X
LA GUERRA SUCIA ES CONTRA EL PROGRESISMO
Por: Hollman Morris y Movimiento Progresista.
Fecha de publicación: 15 de febrero de 2016.
Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá, en el centro, junto con Germán Vargas Lleras, vicepresidente, y el presidente de la República Juan Manuel Santos. Principales propomotores del sectarismo contra la izquierda política de Bogotá.
Ante la campaña difamatoria emprendida por la actual administración capitalina y secundada por algunos medios de comunicación en contra del Movimiento Progresista, sus líderes y miembros, así como de diversas manifestaciones
1. Rechazamos de manera categórica los señalamientos calumniosos e injuriosos de los que han sido objeto miembros notables del Progresismo, ya que atentan contra su derecho fundamental a la honra y el buen nombre y ponen en riesgo su integridad personal y la de sus familias.
2. Responsabilizam
3. Rechazamos los señalamientos directos que por redes sociales y medios de comunicación han realizado el Alcalde Enrique Peñalosa, el Secretario de Gobierno Miguel Uribe Turbay y el Subsecretario de Seguridad Daniel Mejía, quienes deben presentar y demostrar ante las autoridades competentes las pruebas de sus declaraciones que hoy ponen en riesgo la integridad del Movimiento Progresistas y sus miembros.
4. Reiteramos que ni el Movimiento Progresistas ni sus integrantes han participado de manera directa o indirecta en hechos de vandalismo ni en su convocatoria e insistimos en condenar este tipo de acciones que afectan de manera negativa el derecho constitucional a la manifestación pacífica.
5. Manifestamos nuestra profunda preocupación por las versiones que sugieren la participación de agentes oficiales en actos de violencia contra los articulados con el fin de incriminar a los progresistas.
6. Denunciamos la persecución, intimidación y amenaza de que vienen siendo víctimas en las localidades los líderes progresistas en escenarios de participación democrática tales como los Consejos de Planeación Local (CPL) y los concursos para aspirar a alcaldías locales en donde hoy se presentan barreras de acceso y pocas garantías de transparencia.
7. Denunciamos la coacción que se ha ejercido contra miembros del Movimiento Progresistas que laboran como servidores del Distrito como es el caso de los Gestores de Convivencia.
8. Denunciamos el “hackeo” de las cuentas progresistas en redes sociales en las que además se han recibido mensajes intimidantes.
9. Exigimos de la administración distrital el respeto al legítimo derecho a ejercer la oposición tanto para la ciudadanía en general como para el Movimiento Progresistas.
10. Anunciamos que de manera colectiva el Movimiento Progresistas iniciará las acciones legales que se juzguen pertinentes con el fin de hacer respetar los derechos a la vida, a la honra y al buen nombre de sus miembros.
11. Hacemos un urgente llamado a la opinión pública nacional e internacional para que sea garante de que nuestro país no repetirá la nefasta historia de propaganda sucia en contra de la oposición política, propia de regímenes dictatoriales y no de sistemas democráticos.
Fecha de publicación: 15 de febrero de 2016.
Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá, en el centro, junto con Germán Vargas Lleras, vicepresidente, y el presidente de la República Juan Manuel Santos. Principales propomotores del sectarismo contra la izquierda política de Bogotá.
Ante la campaña difamatoria emprendida por la actual administración capitalina y secundada por algunos medios de comunicación en contra del Movimiento Progresista, sus líderes y miembros, así como de diversas manifestaciones
1. Rechazamos de manera categórica los señalamientos calumniosos e injuriosos de los que han sido objeto miembros notables del Progresismo, ya que atentan contra su derecho fundamental a la honra y el buen nombre y ponen en riesgo su integridad personal y la de sus familias.
2. Responsabilizam
3. Rechazamos los señalamientos directos que por redes sociales y medios de comunicación han realizado el Alcalde Enrique Peñalosa, el Secretario de Gobierno Miguel Uribe Turbay y el Subsecretario de Seguridad Daniel Mejía, quienes deben presentar y demostrar ante las autoridades competentes las pruebas de sus declaraciones que hoy ponen en riesgo la integridad del Movimiento Progresistas y sus miembros.
4. Reiteramos que ni el Movimiento Progresistas ni sus integrantes han participado de manera directa o indirecta en hechos de vandalismo ni en su convocatoria e insistimos en condenar este tipo de acciones que afectan de manera negativa el derecho constitucional a la manifestación pacífica.
5. Manifestamos nuestra profunda preocupación por las versiones que sugieren la participación de agentes oficiales en actos de violencia contra los articulados con el fin de incriminar a los progresistas.
6. Denunciamos la persecución, intimidación y amenaza de que vienen siendo víctimas en las localidades los líderes progresistas en escenarios de participación democrática tales como los Consejos de Planeación Local (CPL) y los concursos para aspirar a alcaldías locales en donde hoy se presentan barreras de acceso y pocas garantías de transparencia.
7. Denunciamos la coacción que se ha ejercido contra miembros del Movimiento Progresistas que laboran como servidores del Distrito como es el caso de los Gestores de Convivencia.
8. Denunciamos el “hackeo” de las cuentas progresistas en redes sociales en las que además se han recibido mensajes intimidantes.
9. Exigimos de la administración distrital el respeto al legítimo derecho a ejercer la oposición tanto para la ciudadanía en general como para el Movimiento Progresistas.
10. Anunciamos que de manera colectiva el Movimiento Progresistas iniciará las acciones legales que se juzguen pertinentes con el fin de hacer respetar los derechos a la vida, a la honra y al buen nombre de sus miembros.
11. Hacemos un urgente llamado a la opinión pública nacional e internacional para que sea garante de que nuestro país no repetirá la nefasta historia de propaganda sucia en contra de la oposición política, propia de regímenes dictatoriales y no de sistemas democráticos.