Podría ser la página de cualquier diario, cualquier día, en cualquier país, sin embargo se trata del filme emergido de las letras fulminantes de los hermanos Wachowski, una cruda crítica a los regímenes imperialistas actuales; un grito enmascarado que señala decidido a través de una supuesta realidad alternativa.
V de Venganza está situada en un Londres futurista, en una línea de tiempo alterna donde Inglaterra es un estado fascista. Eventos y sucesos que en nuestro mundo no ocurren aparentemente desde la guerra fría, aquí son llana cotidianeidad: toque de queda, canales de televisión oficiales, policía secreta, espionaje, desapariciones, represión.
En medio de este circo de tufo imperialista, un hombre que se hace llamar V viene a cambiarlo todo; un terrorista oculto bajo una sonriente máscara de Guy Fawkes, personaje revolucionario del siglo XVII, que fallidamente intentó volar el parlamento inglés en la llamada "Conspiración de la Pólvora" en venganza por las leyes penales contra los católicos. Desde entonces el 5 de noviembre es conocido en la historia de Inglaterra como "El Día de Guy Fawkes" o "The Bonfire Night".
V inicia su movimiento rebelde con un ataque explosivo en el primer minuto del 5 de noviembre, emulando la fecha en la que Guy Fawkes planeara su atentado. Acto seguido, anuncia públicamente que dentro de un año exactamente, volará el Parlamento inglés.
La situación pone de cabeza al gobierno totalitario, quien gracias a las argucias del astuto guerrillero, entra en pánico y comienza a dar traspiés. A la par de esta historia de tinte socio-político, corre otra de mayor humanismo: En la noche de su primer ataque, V rescata a Evey (Portman) del abuso de la policia secreta. Evey es una bella joven alejada de las cuestiones políticas, pese a que sus padres murieron por ser activistas; sin embargo, su rescate provoca que la chica se convierta en fugitiva, al ser señalada como una aliada del antihéroe, creándose entre ellos una extraña cadena de amor-odio que desatará la verdadera naturaleza de la joven y develará los motivos y el orígen de su enmascarado protector. (El nombre de la chica obedece obviamente a la coincidente unión de las dos iniciales E+V).
Sería miope decir que la historia se limita a las aventuras de este terrorista y su relación con la chica; porque eso es sólo telón. La esencia, aquella que realmente sacude y hace reflexionar, radica en el paralelismo de este supuesto mundo alternativo con los gobiernos actuales. El desprecio hacia el diferente, el miedo a la represión por preferencia sexual, religión o cualquier otra causal, la angustia opresiva, los religiosos podridos, el poder corrupto hasta su médula, la ciencia al servicio del abuso, y la anarquía tan sólo contenida por el miedo, son el verdadero fondo de esta incisiva narración.
V de Venganza fue originalmente una novela gráfica realizada por Allan Moore y David Lloyd para la revista británica Warrior; el proyecto quedó inconcluso cuando ésta cerró en 1984, hasta que fue retomado y finalmente acabado en 1988 para ser publicado por DC Comics como una maxiserie de 10 episodios. La historia original respira la misma atmósfera de Un mundo feliz de Aldous Huxley y Farenheit 451 de Ray Bradbury y se sitúa al finalizar la III Guerra Mundial. Inglaterra entonces se ha convertido en un estado fascista y en esos tiempos de desesperación y oscuridad, aparece un misterioso individuo que se hace llamar "V" y que ataca a los intereses y agentes del estado, creando el caos.
Por razones obvias de tiempo, la película es sólo una adaptación del producto original; sin embargo, en ella se siente indiscutiblemente la mano inteligente de los Wachowski; aunque en esta virtud también halle su pecado, ya que (y tal vez sea ésta su falla más grande) la cinta peca de filosófica en ocasiones, enfatizándose el problema en algunos diálogos, como la presentación de V, donde él mismo reconoce los vericuetos de su maniática verborrea.
Asimismo, para aquellos que aún padezcan la resaca de de las patadas de Neo y ansíen una nueva borrachera de este estilo visual, olvídenlo. James McTeigue, director aquí, y primer director asistente en la trilogía de Matrix, realiza para V de Venganza una tarea mucho más austera, aunque por momentos sea un grato ejercicio a la vista, con una producción que sabe educir de sus actores e imágenes todo su poder, no importa si se trata del bello rostro de Natalie Portman, de una monumental explosión, o de la aparente inexpresividad de una máscara que al transcurrir de los minutos se torna cada vez más escandalosa.
Dejando de lado sus pequeños detalles y, hablando dentro de los terrenos del cine comercial, se trata de el catalizador de una tonga de parafernalia que comenzará a circular, principiando obviamente por la socarrona careta. Aunque es seguro que no le agradará mucho a los ingleses, se trata de buen cine para entretener y mejor aún cuando logra hacernos pensar.