Por: Katherine Montenegro Gil, El Macarenazoo.
Fecha de publicación: 11 de agosto de 2016.
Manifestante homofóbica en la marcha de ayer. Foto: Archivo.
La polémica acerca de la revisión de los manuales de convivencia y las cartillas de ambientes escolares libres de discriminación, no exhibe más que la homofobia y desinformación del país. En pleno siglo XXI no podemos decir que se debe promover el respeto a la diversidad porque representa una aberración para muchas personas. Conciben esto como la imposición de la homosexualidad, la colonización de la comunidad LGBTI en los colegios. Si eso no es homofobia, no sé qué sea.
Primero que todo, la revisión de los manuales de convivencia para garantizar que no exista discriminación, que tanto caos ha ocasionado, no es un capricho del Ministerio de Educación, ni la idea de Gina Parody de promover la homosexualidad porque es lesbiana como manifiestan algunas personas de manera homofóbica. Esto surge en cumplimiento del fallo de la Corte Constitucional a favor de Alba Reyes, madre de Sergio Urrego quien impuso una tutela porque su hijo se suicidó debido a la discriminación que sufrió por su orientación sexual en el colegio Gimnasio Castillo Campestre. La Corte Constitucional en Sentencia T-478 de 2015 exige al Ministerio de Educación Nacional en un período de un año ‘’hacer una revisión extensiva e integral de todos los manuales de convivencia en el país para determinar que los mismos sean respetuosos de la orientación sexual y la identidad de género’’
Como si fuera poco, simultáneo a esta discusión, surge una publicación falsa en redes sociales que afirma la distribución de cartillas con contenido sexual a estudiantes. En poco tiempo esta información a todas luces falsa se viralizó gracias a la pereza cognitiva de habitantes del país y de personajes conservadores que aprovecharon la situación. ¡Raro que en Colombia no se investigue antes de emitir opiniones!
La verdad es que sí, existe una cartilla pero no es de pornografía precisamente. Se llama ‘’Ambientes libres de discriminación". Va dirigida a docentes y directivos, no a estudiantes, y sus contenidos son similares a los del diplomado de sexualidad virtual que ofrece la Universidad de los Andes gratuitamente a todo el público, y que todas y todos deberíamos revisar. También existe una guía con preguntas orientadoras elaborada por el Ministerio de Educación para que los colegios realicen dentro de su autonomía la revisión y ajustes de sus manuales de convivencia conforme con la sentencia T-478 de 2015 de la Corte Constitucional y a la ley 1620 de 2013 de Convivencia Escolar.
Al ver toda la tergiversación y manipulación del tema por partidos políticos e instituciones conservadoras, su convocatoria a marchas y plantones afirmando defender los valores, principios, buenas costumbres y la familia tradicional, me preguntaba: ¿Quieren un tipo de educación basada en la discriminación para la infancia? ¿Desean que niños(as) sigan abandonando la escuela por discriminación en razón de su orientación sexual o que se sigan suicidando por ello? O como propuso la diputada Ángela Hernández del partido de la U: que se construyan colegios exclusivamente para la comunidad homosexual... Eso sería un retroceso del nivel del Apartheid.
En fin, con el balance de la marcha, en la que hasta el partido Centro Democrático aprovechó para engañar a manifestantes en Medellín y recolectar firmas contra el plebiscito por la paz, concluí que nos hace falta avanzar mucho como país porque personas en diferentes lugares de éste se movilizaron motivadas por la desinformación; asumieron que afirmar que se debe respetar a un homosexual es igual a imponer ser homosexual y muchas iglesias que dicen promover amor y que tienen miles de seguidores(as) aún siguen en una cacería de brujas similar a la de la Edad Media. Entonces me queda por decir que yo sí estoy de acuerdo con promover espacios escolares libres de discriminación, con que se elimine todo tipo de exclusión de los manuales de convivencia y se eduque con base en el amor y el respeto a la diferencia. Empecemos desde la infancia para que no veamos futuras generaciones promoviendo marchas homofóbicas, plantones contra la diversidad y demás mensajes de odio.
Uno de los mensajes homofóbicos durante la jornada de marchas. Foto: Archivo.