Por: GACR, El Macarenazoo
Fecha de publicación: 25 de octubre de 2012.
Desalojo en el barrio Marruecos la semana pasada. Foto: El Espectador
La banda de urbanizadores ilegales que ha denunciado la alcaldía de Bogotá como la responsable de la estafa a cientos de familias en el barrio Marruecos, de la localidad de Rafael Uribe Uribe (y que la semana pasada sufrieron la expropiación de sus viviendas), podrían tener vínculos con grupos neoparamilitares. Según la información divulgada el día de ayer durante la rueda de prensa de la Secretaría de Gobierno, esta entidad posee información según la cual uno de los responsables del fraude, Luís Alvarado Hernández, alias “Barbas”, al parecer, tendría vínculos con las llamadas Bandas Criminales (BACRIM) de los llanos orientales. Dice el comunicado de prensa de la Secretaría de Gobierno que “se estima que se trata de un individuo perteneciente a los grupos neoparamilitares de esta región del país”, porque se encontró un volante de las BACRIM donde los paramilitares le exigían cuentas a alias “Barbas.” Alvarado Hernández se encuentra actualmente detenido y purgando una pena de prisión de nueve años por un intento de homicidio a una persona que, justamente, la semana pasada, fue desalojada del barrio Marruecos, según la información del secretario de gobierno, Antonio Navarro Wolff.
Lo más preocupante es que, aunque es reciente el escándalo de los urbanizadores piratas, se han ido descubriendo en Bogotá más de una banda, aparte de los llamados “Tierreros”, con el mismo “modus operandi”: “son bandas muy bien conformadas, con abogados, arquitectos y hasta personas dedicadas a amedrentar,” afirmó Navarro Wolff. Empero, las autoridades aún no revelan nombres de responsables, dado que muchos de ellos no cuentan con órdenes de captura, y se podrían obstaculizar las investigaciones que sobre el particular adelanta la Fiscalía. Advirtió finalmente Wolff, que “los urbanizadores piratas no son bandas de medio pelo sino organizaciones muy bien estructuradas, que cuentan con mucho dinero, así que hay que combatirlas con seriedad”.
Al unísono con este anuncio, las familias despojadas por la fuerza la semana pasada en el barrio Marruecos, aún esperaban al momento de la redacción de este artículo las ayudas prometidas, por ejemplo el necesario y urgente subsidio de arrendamiento. Urge que el gobierno distrital apoye a estas familias que la semana pasada fueron golpeadas por la policía y desalojadas de sus casas a la fuerza, violando todos sus derechos humanos, económicos y sociales, contemplados por la legislación nacional e internacional.